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Pepa Charro, en el papel de la Terremoto de Alcorcón, se convierte cada noche en el Teatro Coliseum de Barcelona, de miércoles a domingo, en la maestra de ceremonias de The Hole , un espectáculo de revista con música, baile, humor y números circenses. Los productores están gestionado la llegada de la obra en el año 2014 a Mallorca, tierra de adopción de Charro.

«Habrá gente que interprete eso del agujero ( hole ) como algo obsceno y censurable, como ha pasado en Barcelona», apunta la vedette en su camerino, con el tiempo justo para maquillarse. El cartel promocional, que protagonizaba junto a una compañera, fue retirado de los transportes públicos porque el Ajuntament de Barcelona consideró que era demasiado atrevido. «En Madrid me preguntaban si era una técnica de marketing porque no lo entendían ya que tenemos a los catalanes como dioses de la modernidad, pero se han rebelado contra esto, algo falla», alegó.

En The Hole , la actriz presenta los distintos números. «Mi papel es bastante independiente del resto de artistas, sólo hablo yo y el reto ha sido trabajar desde la soledad del escenario, donde tengo muchos monólogos e interactúo con el público», comentó.

El cabaret llega a Barcelona después de dos años de representaciones. En el Teatro La Latina de Madrid se escenifica la segunda parte. «Yllana y Paco León me metieron en esto, Paco es un dios, un bendito y una persona muy generosa». Charro sucede como maestra de ceremonias al propio León, Eduardo Casanova y Alex O'Dogherty.

La Terremoto coquetea con el catalán. «Yo les digo que es mallorquín», declaró la cómica, que argumentó que «un actor necesita comunicarse y si llegas a una isla donde hablan otro idioma es lógico aprenderlo, aunque no ayude que los mallorquines nunca te hablen en mallorquín porque eres forastera». Charro aclaró que «al principio me caía mal ir a una cena y no enterarte de nada hasta que un día vi la luz y, además, tuve la suerte de entrar en Mallorca con Diabéticas y el oído se me hizo al mallorquín con rapidez».

De su experiencia en la película Los amantes pasajeros , Charro rememoró «un momento especial, el último día de rodaje, cuando Pedro Almodóvar me pidió si me podía quedar y añadió unas escenas del final que no tenían que estar», y añadió que «rodamos la secuencias de todas las azafatas de noche, en el aeropuerto fantasma de Ciudad Real, y fue fascinante». Entre sus próximos proyectos destaca la colaboración en Se enciende la noche , un programa que presentará Jordi González a partir del martes.