La mallorquina Laura Díaz, fotografiada en Madrid, donde llegó a los 17 años para acudir a la universidad e intentar ser actriz. | José Sevilla

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Este es el año de la actriz Laura Díaz (Magaluf, 1987). Ha intervenido en tres películas, entre ellas la exitosa Barcelona, nit d’estiu, que en Palma se puede ver en CineCiutat. El 31 de octubre se estrena en los cines de toda España Al final todos mueren y está en periodo de montaje La señora Brackets, la niñera, el nieto bastardo y Emma Suárez. Esta antigua estudiante de Cas Saboner y Scal Magaluf, que vive en Chueca, llegó a Madrid con 17 años para estudiar Comunicación Audiovisual, carrera que finalizó, además de lanzarse a su vocación: el mundo de las artes y la interpretación.

—‘Barcelona, nit d’estiu’ ha sido un éxito tras promocionarse con gira, proyecciones gratuitas, distribución por Internet…
—Ha funcionado muy bien. La gente ha hablado de la obra porque se ha acercado mucho al público. Organizamos una gira por Catalunya y Palma antes de que se estrenara en los cines. Ha habido gente que la ha podido ver en la playa de forma gratuita o ha podido disfrutar del concierto de Joan Dausà junto con la película, ha habido encuentros con los actores…

—Su personaje es el de una estudiante mallorquina en Barcelona.
—Mi personaje es Ana, pero me llaman Ses Illes. El primer día de ensayo me pusieron ese apodo. Al final, la gente le ha cogido cariño al personaje, tanto, que me he encontrado con personas por la calle que se han dirigido a mí como Ses Illes.

—Su productor, José Corbacho, dice de ella: «Llorarás, disfrutarás, sufrirás, te emocionarás».
—Estoy de acuerdo con él. Cuando vi la película por primera vez sentí un cúmulo de emociones. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto. La vi en Palma, con la familia, en un CineCiutat lleno. Me sorprendí, me emocione y se me puso un nudo en la garganta. Amigos míos, muy críticos, y que han estudiado cine, también la han disfrutado.

—Y eso que el ministro Montoro dice que el cine español es de poca calidad.
—No sé dónde tiene la cabeza el señor Montoro.

—En ‘Al final todos mueren’ aborda el drama.
—Son cuatro historias dirigidas por cuatro directores noveles con un prologo y prefacio dirigidos por Javier Fesser, el padrino de la película. Yo participo en la parte de Roberto Pérez Toledo titulada Románticos del fin del mundo. La estrenamos en el Festival de Málaga y hemos estado en el Festival Tarazona. Llega a los cines el 31 de octubre.

—También ha rodado este año ‘La señora Brackets, la niñera, el nieto bastardo y Emma Suárez’.
—Acabamos este verano y está en proceso de montaje. Es un proyecto muy especial, un drama sobre cuatro mujeres: abuela, hija, su mejor amiga y una niñera. Soy Carolina, la niñera de un bebé. Todas están en un momento muy crítico de sus vidas. La gente se ha dejado la piel para acabar el proyecto. Cuando se vea dará mucho que hablar. Mi personaje es un lujo, un caramelo, la guinda a las tres películas que he rodado este año. Interpretativamente ha sido un reto enorme.

—¿Qué tal su experiencia en las series de televisión?
—Pagaría por volver a aquellos momentos, fue muy enriquecedor, un gran aprendizaje. Amar en tiempos revueltos fue mi primer trabajo en televisión, pequeño, pero lo recuerdo con cariño. La pecera de Eva fue algo muy nuevo porque teníamos guiones que improvisábamos en el momento; era muy divertido; y Ángel o demonio fue la producción más elaborada.