Con el concierto del pasado día 13 de julio en el Born de Palma comenzó la etapa más reivindicativa de la Simfònica. | Teresa Ayuga

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Fumata blanca. Tras casi tres meses de tensas negociaciones, los trabajadores de la Orquestra Simfònica de Balears aprueban el plan de viabilidad ofrecido por las instituciones –con certificado de garantía para los dos años y medio próximos–. La asamblea, reunida ayer durante cuatro horas, finalizó con la votación de la propuesta y el 66 % de los trabajadores dijo ‘sí’. El acuerdo se firmará esta misma mañana durante una nueva reunión de la comisión paritaria y se elevará a la junta directiva.

La crisis está resuelta y los músicos empezarán a trabajar el lunes en el concierto que les llevará al Teatre Principal de Palma el día 26 con Messa da Requiem, de Verdi, dentro del Festival Música Mallorca. «Estamos contentos de empezar a trabajar ya», valoró el secretario del comité de empresa, Juanjo Pardo, a la salida de la reunión.

Los músicos creen que este acuerdo está marcado por importantes «sacrificios» y también por algunos logros. Especialmente, señaló Pardo, la nueva bajada salarial. «En general, de media es una reducción del 7 % y no del 5. Ya que, además de la nómina, se reducen los trienios, las dietas y los derechos de grabación; perdemos la paga solista, y se renuncia a cobrar por los conciertos de música de cámara», detalló. Hay que recordar que, hace un año, los trabajadores del Consorci per a la Música ya pactaron una reducción del 17 % de las nóminas con el exconseller Rafael Bosch, un acuerdo sobre papel mojado, sin validez tras su salida del Govern, vista la nueva negociación.

En positivo

El 66 por ciento de los trabajadores, 50 de los 75, creyó ayer que este acuerdo puesto sobre la mesa es aceptable. Juanjo Pardo, en su representación, señaló que «hemos obligado a que se cubran las bajas por maternidad y que se cubran aquellas bajas que superen los 21 días». Es uno de los puntos «positivos», pero también explican que «hemos conseguido que los planes de trabajos definitivos se presenten con cuatro meses de antelación. Las orquestas al 1 de septiembre saben lo que van a hacer hasta verano. Aquí funcionábamos con un mes vista y con cambios».

La llave que ha desbloqueado la negociación en los últimos días es la que tiene que ver con «la paga anual compensatoria». Los músicos se podrán repartir el 30 % de los ingresos propios que genere la orquesta. Con ese dinero, explica Pardo, «podemos paliar el tema de los trienios, el punto más conflictivo». De manera periódica, se facilitará un balance de ingresos y pérdidas para «conocer el estado».

Por otra parte, en la cuestión artística, celebran que podrán formar parte de la comisión artística con la participación de cinco miembros. Hasta la fecha sólo estaba presente en ella el concertino. «Había músicos, pero ajenos a la orquesta», critica el secretario del comité de empresa. La orquesta empezará a sonar esta próxima semana, después de sellar un acuerdo que «no es bueno», porque también «hay medidas injustas», pero «estamos todos».