Can Oleo se abrió en marzo de 2011 para su inauguración por parte del anterior Ejecutivo. Desde entonces, las puertas de este casal, sede palmesana de la UIB, siguen cerradas, no hay actividad ni está equipado.

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Can Oleo sigue siendo un edificio fantasma. Se cumplen dos años, octubre de 2011, de la apertura frustrada como sede de la Universitat de les Illes Balears. La cuestión es económica, existe un proyecto de equipamiento, pero desde su inauguración en marzo de 2011 -al filo de las elecciones- no se ha conseguido financiación para ejecutarlo. El rector Llorenç Huguet espera «dar utilidad al edificio» durante su mandato, confirman desde la UIB. Y así lo reflejó, a modo de compromiso, en su programa electoral. Sin embargo, no hay nuevas fechas.

Este inmueble Bien de Interés Cultural (BIC), rehabilitado por 4,5 millones de euros entre 2006 y 2011, tenía previsto ser sede del Consell Social de la Universitat, también acoger una librería, el archivo histórico de la UIB. El espacio dispone de salas y diferentes dependecias para docencia, conferencias y másters. En estos momentos, Can Oleo es sólo un edificio tomado por el polvo, nada que ver con la imagen que lucía durante aquel acto inaugural en el que se anunciaba su apertura casi inminente para el curso 2011-2012.

Rehabilitación
Desde el servicio de comunicación de la UIB no confirman cuándo se espera la apertura de puertas de esta sede, que pasó a manos de la Universitat de les Illes en 1986. Una década antes, en 1975, había sido adquirido por el Ministerio de Educación. Las obras de rehabilitación estuvieron marcadas por distintas dificultades, retrasos e incrementos presupuestarios. Hoy, después de todo, el edificio de la calle Almudaina sigue cerrado a cal y canto. La rectora Monserrat Casas no pudo ponerlo en marcha por los recortes, por la denegación de partidas por parte de Hisenda. Huguet retomará el proyecto, pero todo dependerá del presupuesto, afirman desde la UIB.