Los músicos seguirán con los conciertos reivindicativos. | TERESA AYUGA

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La noticia de que más pronto que tarde podrán cobrar las nóminas atrasadas es para los trabajadores de la Orquestra Simfònica de Balears 'Ciutat de Palma' «un primer paso», pero no será suficiente para evitar la huelga. A la aportación de 1,6 millones de euros del Govern y a la transferencia del Consell de 350.000 euros, de las que informó ayer Ultima Hora, hay que sumar una partida de 615.297 euros que la junta de gobierno del Ajuntament de Palma aprobó ayer, mediante una modificación de crédito, y que irá directamente a sufragar «la parte que nos corresponde de la deuda», explicó el regidor Fernando Gilet.

Los músicos recibirán sus sueldos, pero «seguimos reivindicando un plan de viabilidad y la dimisión del gerente». Así que continuarán las protestas. El sábado, a las 19.00, ofrecerán un concierto junto a Jaime Anglada en el Parc de Son Perera a beneficio de SOS Mamás de Balears.

Negociación

El representante del comité de empresa de la Simfònica, Sebastià Pou, comentó, al conocer los últimos acontecimientos a través de este periódico, que «lo más importante es que los trabajadores del consorcio cobren, que se saneen las cuentas y se empiece una nueva etapa». Pou reconoció que ha habido «un acercamiento con técnicos del Govern para negociar» el futuro de la Simfònica y que «hemos mostrado cierta flexibilidad a nivel económico en otro tipo de conceptos, pero no en el tema de los salarios». Tampoco negociarán despidos.

Desde el Ajuntament de Palma, Fernando Gilet informó de que llevan semanas trabajando con el tema de la Simfònica y que «la prioridad para garantizar el futuro de la orquesta era solucionar el pasado, asumiendo la parte que nos corresponde de la deuda, el 40 por ciento. Así conseguimos dar estabilidad al presente y acabar con el gran lastre heredado por no pagar impuestos desde 2010». Gilet destacó las dificultades que esto ha supuesto con «un presupuesto ya en curso», «con créditos, el embargo y la falta de liquidez». El regidor informó de que se está trabajando en un plan de estabilidad que contempla «un cambio estatutario», en base al «acuerdo político» de rebajar la aportación de Cort a la Simfònica hasta el 20 %. Otra vía de acción en marcha es «la negociación con los músicos», partiendo de que «la Administración no tiene la misma fuerza presupuestaria de hace cinco o seis años». Gilet compartió que el Consorcio acordó que la orquesta «necesita generar ingresos», por ello «se contrató a un director con ese perfil».

Por otra parte, el gerente de la Orquestra Simfònica, Marcelino Minaya, recibió la confirmación de las aportaciones de las distintas instituciones a la orquesta «con satisfacción» después «de tantas semanas trabajando en ello» y aseguró que «la prioridad y el principal objetivo será ahora pagar las nóminas atrasadas a los trabajadores del consorcio». Los músicos reafirmaron ayer la petición de dimisión de Minaya porque «esta persona no ha sido capaz de gestionar esto. Pedimos una gerencia profesional y no política».