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El Premio RBA de novela negra, dotado con 125.000 euros, inició una nueva temporada literaria en Catalunya, después del parón veraniego. La fiesta nocturna de entrega del galardón al islandés Arnaldur Indridason por El pasaje de las sombras reunió hace unos días en la sede de la editorial en Barcelona a escritores, libreros, periodistas culturales, empresarios y políticos.

Entre los invitados, Llucia Ramis podía hablar de su tercera novela, Tot allò que una tarda morí amb les bicicletes (Columna), que acaba de ser publicada por Libros del Asteroide en castellano. Además, la Escola d'Escriptura de l'Ateneu le ha preparado un bolo literario para el 9 de octubre: una cena en el restaurante Semproniana de Barcelona con un menú inspirado en ella y comensales que pagarán para descubrir sus proyectos.

Melcior Comes, profesor en la misma escuela, prepara a fuego lento su próxima historia. «Llevo dos años sin publicar una novela y es posible que no lo haga ni este año ni el siguiente», dijo Comes, quien acaba de sacar al mercado La recerca de l'absolut (Ensiola), su tercera traducción al catalán de un clásico de Balzac. Comes aseguró que «me gustaría redefinir lo que he hecho hasta ahora y renacer como escritor, estoy cambiando el método de trabajo y espero que la próxima novela signifique algo importante».

Otro invitado en la fiesta de RBA, Sebastià Bennàsar, estuvo firmando ejemplares de la negrísima El país dels crepuscles (Alrevés) y de Nocturn de Sant Felip Neri (Meteora) en la Setmana del Llibre en Català, feria que se celebró hace unos días y en la que coincidió con Carme Riera, quien confesó que «ya tengo acabado el discurso de ingreso en la Academia y ya lo he mandado». La autora, que evoca su infancia en Temps d'innocència (Edicions 62), leerá su disertación en un mes y ocupará el sillón 'n' de la Real Academia Española de la Lengua.

Marc Cerdó está en la fase final de su segunda novela, después de la celebrada Males companyies, publicada en Club Editor, como L'adéu al mestre que Guillem Frontera presentó el pasado jueves en la Fundació Tàpies de Barcelona. Cerdó se reunirá con la editora Maria Bohigas para rematar Cor mentider, que definió como «una historia curiosa de un profesor de instituto que regresa de incógnito a Mallorca, a Alcúdia, para curarse las heridas de la separación de su mujer y conoce a unos vecinos peculiares».

Un poeta premiado, Jaume C. Pons Alorda, trabaja en Boreal , segunda parte de Faula , que definió como «un delirio en pleno desierto mientras el fin del mundo se produce en la otra punta del mundo». Y el director de Fundación Santillana, Basilio Baltasar, al frente de la Converses Literàries a Formentor este fin de semana, ha presentado Pastoral Iraquí (Alfaguara) sobre un destacamento de militares españoles en la guerra de Irak.