Alex Kapranos y Bob Hardy, 50 por ciento de Franz Ferdinand, ayer en Magaluf. Abajo, una imagen del concierto que ofreció la banda en el Hotel Mallorca Rocks. | Guillermo Esteban

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Han pasado cuatro años desde que Tonight desviara a Franz Ferdinand del apogeo ferviente que era la pista de baile. El conjunto escocés obvió el histrionismo en los riffs de guitarra, los himnos robustos como fueron Do you want to, The fallen, The dark of matinee o el obús que era Take me out. Pero el cuarteto ha vuelto a su «esencia» con Right thoughts, right words, right action, álbum que presentó ayer en el festival Mallorca Rocks por primera vez en España.
No son una banda de monosílabos ni de esas que miran por encima del hombro al resto por su estatus. La mitad de Franz Ferdinand, Alex Kapranos y Bob Hardy, es divertida, se explaya en las respuestas y posa con gestos cómicos en las fotografías.


«Necesitábamos este paréntesis, fueron cuatro años desde fuera, pero para nosotros fue menos tiempo», reconoce Alex Kapranos, capitán del grupo, cuya alineación titular completan Bob Hardy, Nick McCarthy y Paul Thomson.
Al preguntarle por su gira actual, Kapranos no duda en aseverar su bienestar con su equipo. «Me gusta estar en Franz Ferdinand, tiene una personalidad fuerte. Cuando finalizamos el disco me sentí realmente bien. Es y no es un sonido nuevo. Son canciones y sonidos nuevos, pero cualquier cosa que le pongamos a las canciones sonará como Franz Ferdinand». Elude ser una formación indie y despega la etiqueta que le incluyen numerosos críticos. «Indies son los Smiths, The Cure, The wedding present o Pulp, nosotros no».

Conscientes de que anoche se toparon con un público variopinto, tanto británico como local, restan importancia a la procedencia. «Cuando estás tocando no te fijas, sólo piensas en interpretar las canciones, pasar un buen rato y disfrutar. Da igual el origen de los espectadores».

Los escoceses saben que están en el top ten del ranking británico. También saben que «siempre cambia, vas subiendo y bajando», señala Kapranos, horas previas al concierto que arrancó con No you girls, Do you want to y The dark of the matinee. Repertorio directo, como un dardo en el centro de la diana. El programa para ganarse a los asistentes de forma rápida y eficiente. Al cierre de esta edición estaba previsto que la actuación se prolongara hasta entrada la madrugada.