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Tras una vida de trabajo la jubilación puede ser una liberación, un momento que las personas aprovechan para hacer cosas que nunca antes se habían planteado o a las que no habían dedicado todo el tiempo que querían, como, por ejemplo, el teatro. Por esto, una treintena de personas mayores de 60 años se dieron cita ayer -«emocionadas, un poco nerviosas, pero, sobre todo, motivadas e ilusionadas» ante la posibilidad de ser actores y subir a las tablas- a la audición de 'Escena Sènior', un proyecto de Biel Jordà, Lydia Sánchez y Cristina Mateu en el que «construiremos una función a partir de los recuerdos que nos cuenten los participantes».

«No ha sido un cásting al uso», explicaron los asistentes al Centre Flassaders de Ciutat, algunos de los cuales revelaron sus diferentes motivaciones. Para Paquita Trias, de 65 años, «es una forma de hacer alguna actividad y salir de la rutina», ella tiene «muchos hobbies», pero éste «me motivó mucho porque no había actuado antes y quería probarlo». Quien sí tiene experiencia previa es Esperança Vidal, nacida en 1924: «A los 16 años participé en una obra en un teatro de Sevilla y antes hice otras cosas, pero lo aparqué», así que «cuando me enteré de esta propuesta pensé que sería divertido, además de una manera de mantenerme activa».

Éste último motivo incitó a María Teresa Estarellas, de 63 años, a inscribirse. «Quería hacer algo para ejercitarme, años atrás era mimo, pero ahora me cuesta un poco más moverme y no quiero que empeore, por eso esta actividad me parece oportuna». Mayor relación con el teatro tiene Rafael Pizarro, quien diseña el vestuario de L'adoració del tres Reis d'Orient , «aunque también he sido extra en diversas funciones, algo que me gusta mucho y esperaba poder hacer con este proyecto».

La audición de ayer fue la última de tres -las previas fueron en Pollença y Manacor- y en breve se darán a conocer los seleccionados para, la semana próxima, comenzar las catorce sesiones de ensayos. Los participantes todavía no tienen claro qué se les pedirá, pero Lydia Sánchez explicó que, por su experiencia previa, «al principio nos cuentan muchas anécdotas, pero, a medida que pasan las sesiones, te relatan sus vivencias y recuerdan las emociones que tenían entonces». Sentimientos con los que «creamos las escenas que al comienzo surgen como una improvisación», reveló Biel Jordà. Todo ello culminará con una obra, «pero este es un proyecto abierto, y en enero o febrero prepararemos nuevas audiciones para que participe más gente», adelantó Jordà.