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«A pesar de que no existe ningún documento que certifique que estuvo aquí, nuestras islas le sirvieron constantemente de inspiración a la hora de escribir su amplia obra». Lo afirma el historiador e investigador de la Universitat de les Illes Balears Nicolás Moragues, un ferviente admirador de la narrativa del escritor francés Julio Verne (Nantes, 1828 - Amiens, 1905). Moragues es cofundador y secretario de la Sociedad Hispánica Jules Verne, organizadora del primer congreso internacional que se celebra sobre el escritor. La cita será del 4 al 6 próximos en la sede del Institutt d'Estudis Catalans (IEC) de Barcelona.

En este evento, en el que participan 50 expertos de Europa y América, Moragues hablará de Jules Verne i les Illes Balears , y pronto publicará un libro sobre este asunto en la editorial de la citada sociedad, Paganel.

«Se califica a Verne como el padre de la ciencia ficción y no es cierto; él es un adelantado a su tiempo, pero en base a la ciencia, a los inventos y hallazgos científicos que ya existían. Él pertenecía a una élite cultural privilegiada, coge esos hallazgos y los traslada a la novela para llevarlos a todo el mundo». Así, su literatura parte de «un trabajo de rigurosa documentación». Verne era, según Moragues, un marino fustrado, -«su padre le obligó a estudiar Derecho»-, que puso su imaginación al servicio de la «divulgación».

'Die Balearen'

Si bien su presencia en Balears es, de momento, fruto de la leyenda, -aunque se sabe que hizo un crucero por el Mediterráneo y el norte de África-, su conocimiento de esta tierra le llegó porque, entre otros informantes, contó con uno muy especial, el famoso trabajo enciclopédico titulado Die Balearen que le envió su propio autor, el archiduque Luis Salvador. «La lectura del Die Balearen le sirve para escribir dos capítulos de la novela Clovis Dardentor que transcurren en Palma». Moragues asegura que su conocimiento de Mallorca va más allá de Ciutat. «Habla del carácter mallorquín, de los vinos de Binissalem, de las ensaimadas y de los tords , unos pescados de Pollença». De las cuevas de Artà y del Drac, que compara con otras de Escocia, «algunos expertos dicen que le inspiraron para escribir Viaje al centro de la tierra ». De todas formas, una firma con su nombre que apareció en el libro de visitas de las de Artà, el 17 de septiembre de 1877, no se considera auténtica.

Verne, señala Moragues, «viene a ser como un Picasso para la pintura». Como escritor «rompió moldes, creó estilo y con su labor de documentación cogía los datos que ya existían y con su imaginación los llevaba al límite». Como novelista fue un « best seller de su tiempo». Hoy es «el segundo autor más traducido de todos lo tiempos; en Francia, el más vendido, con diferencia, y en España sigue siendo uno de los más vendidos de toda la historia».