Los músicos exigen que las instituciones asuman sus responsabilidades. | TERESA AYUGA

TW
57

¿Quién es responsable de la crisis económica e institucional de la Orquestra Simfònica? Esta cuestión se ha convertido en la patata caliente que desde hace días quema en las manos de gobierno y oposición, y más aún, al conocerse que el incumplimiento desde 2010 de las obligaciones con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social ha terminado con el embargo de las aportaciones económicas al Consorcio. Pero, paralelamente, estalla otra crisis, la que pone en el punto de mira al director titular de la orquesta, Josep Vicent, a quien piden resultados un mes después de su contratación.

Los músicos no han tardado en reaccionar, y advierten de que «se ha buscado un cabeza de turco, a Josep Vicent, para desviar la atención sobre cómo se está gestionando la Simfònica». El comité de empresa responde: «¿Piden resultados al maestro?, ¿y qué han hecho los políticos en dos años por la Simfònica más que cargársela?».

Desde Cort se pone en tela de juicio la misión del director y el regidor Fernando Gilet pregunta por los patrocinadores que Josep Vicent iba a conseguir para la formación tras su presentación en enero. Sebastià Pou, en representación de los músicos, opinó ayer que «para poder hacer un trabajo en condiciones y buscar a gente interesada en invertir su dinero en la orquesta, el maestro necesita algo estable, saber con qué plantilla cuenta para la temporada, qué recursos tendrá, que la Simfònica tenga un proyecto de futuro». Pou aseguró que «hemos sido testigos de que tenía apalabrados conciertos, grabaciones, giras,... Si no han salido adelante es por culpa de la gestión y la situación actual de la orquesta», y, como muestra, el Festival de Bellver.

Josep Vicent reconoció ayer en La Ser cierto desanimo, pero afirmó: «Mientras vayan mal las cosas no me iré». El director recordó que «dejar pasar el tiempo es medrar la capacidad del producto para generar interés», un producto, subrayó, «de nivel fantástico».