Una de las actuaciones 'históricas' del FIB: El ya desaparecido grupo Oasis. | Efe

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El Festival Internacional de Benicàssim (FIB), cuya empresa organizadora se encuentra actualmente en concurso voluntario de acreedores, ha sufrido «el retraso» de varios días en el montaje de sus escenarios. De hecho, una de las empresas que trabaja en la instalación de la parte audiovisual del escenario principal ha confirmado que desde la producción del evento les han pedido que paralicen las labores.

Por su parte, fuentes de la organización han señalado que el montaje de los escenarios «sufre el retraso de tres o cuatro días» sin precisar más detalles ni las causas de este hecho, que ha provocado en la redes sociales inquietud entre los 'fibers' sobre la celebración de la cita musical, cuya edición de 2013 está programada entre los días 18 al 21 de julio.

Al respecto, fuentes del Ayuntamiento de Benicàssim y de la Diputación de Castellón -instituciones que colaboran en el evento- han manifestado no tener noticias de una supuesta suspensión del certamen.

Así, desde la corporación provincial han recalcado que desde «la propia organización han asegurado que todo sigue en marcha» y que «es cierto que el montaje sufre un retraso pero que todavía está en los márgenes establecidos para poder trabajar».

En términos similares se han manifestado desde el Ayuntamiento de Benicàssim, que tampoco tiene «ninguna información» sobre la posibilidad de que el festival no se celebre. Es más, han apuntado que desde el consistorio se sigue funcionando «con total normalidad» en la tramitación de los permisos preceptivos. En cuanto al montaje, han señalado que la administración local tenía entendido que se produciría entre el miércoles y el jueves de esta semana.

Conversaciones sobre la venta del festival

Fuentes conocedoras del proceso han apuntado que en los últimos tiempos se han intensificado los contactos para intentar vender el certamen, que el actual propietario, John Vince Power, compró a los hermanos José Luis y Miguel Morán.

El pasado 5 de junio, el FIB ofreció la rueda de prensa de presentación, un acto que contó con Vince Power, que se refirió a la edición de 2013 -cuyo cartel incluye entre otros artistas a Arctic Monkeys, The Killers o Queens of the Stone Age- como «un año difícil» aunque recalcó su deseo de que el festival se desarrollara satisfactoriamente.

En esa misma comparecencia, la organización dio a conocer que esperaba recibir unos 33.000 visitantes de media diaria, muchos de ellos británicos, un 'mercado' fiel al certamen castellonense. Asimismo, comunicó la desaparición de la programación de las actividades extramusicales como consecuencia de la crisis económica y la situación del propio evento.

La empresa que impulsa el festival, Maraworld, presentó ante un juzgado de Madrid la solicitud de declaración del concurso voluntario de acreedores. La mercantil subrayó en aquel momento que este paso «no ponía en duda» ni la viabilidad de la firma ni del certamen musical, cuya celebración estaba «absolutamente garantizada».

Todo este procedimiento se inició después de que el diario británico 'The Guardian' publicara que la compañía Music Festivals Group's de Vince Power -director y propietario del certamen castellonense a través de Maraworld- iba a entrar en un procedimiento parecido al que se conoce en España como concurso de acreedores.

Se da la circunstancia de que otro festival promovido por Vince Power, el Hop Farm Music Festival, que se iba a celebrar el 5 y el 6 de julio en Kent (Inglaterra) ha sido cancelado «con gran tristeza», según informa la propia web del evento, que justifica la suspensión de este certamen -que se celebró durante cinco años- en la escasa venta de entradas, entre otros motivos.