Andrés Isern Cirerol, ayer en Palma.

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La historia de Xim Gost, un hombre obsesionado con la enfermedad y la muerte, supone la crónica de un doble desmoronamiento: la casa de la familia Gost y la del último de sus herederos. Al mismo tiempo, y en algunos aspectos, también es la historia de Andrés Isern Cirerol (Palma, 1954), hipocondríaco «desde que falleció mi esposa» y que, con su debut en la novela, El hipocondríaco de la clínica Mare Nostrum , se exorcisa, tal como él confiesa, «de mis vacíos y mis miedos». Este título, «que he escrito durante los últimos 20 años», se presentará el próximo día 6 de junio en la Fira del Llibre de Palma, y el 13 de junio, a las 20.00 horas, en La Biblioteca de Babel de Ciutat (Arabí, 5).

«Por mi carácter nervioso, tímido e introvertido, tenía miedo de publicar el libro», recuerda Isern Cirerol, aunque, finalmente y tras «varios intentos fallidos», su primera novela ha visto la luz. Para el escritor «ha sido como una terapia, me ha servido para sacar todo lo que llevo dentro y hacerle frente», apunta. Con anterioridad había publicado varios cuentos, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha decidido por «lanzarme a la literatura».

Tiene mucho de autobiográfico y no lo esconde. «Exponer al personaje de Xim Gost es como hacerlo de mí mismo, él es como mi alter ego », explica. En El hipocondríaco de la clínica Mare Nostrum no se enfoca a este síndrome como «algo demasiado dramático», sino que su personaje lo sufre «con un ápice de humor y ternura, y eso es lo que más ha gustado a la gente y a los críticos que ya la han leído».

La antigua clínica Mare Nostrum de Palma, que da título al libro, es uno de los escenarios de la novela, que, en realidad, «relata y estira los estertores del siglo XIX hasta el siglo XXI en Mallorca», de sus familias y la relación «tan especial» que se establece entre sus miembros.

Este es el primer paso de Andrés Isern Cirerol en la literatura, porque ya está preparando la que será su próxima novela, aunque «todavía es un esbozo».