Los intérpretes Joan Carles Bellviure, Lluqui Herrero, Agnès Llobet, Irene Soler, Carles Molinet y Jordi Cumellas, en Madrid.

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Pese a que en un año la asistencia al teatro se ha reducido a la mitad, –según las estadísticas, un 36 por ciento de esta bajada coincide con la subida del IVA cultural al 21 por ciento, indica el actor y director del Teatre del Mar, Carles Molinet–, el jueves por la noche, más de un centenar de espectadores asistieron al estreno en Madrid de La cena (El sopar), la existosa obra de teatro experimental de las compañías Iguana Teatre y Produccions del Mar.

«La magia de la obra radica en que todo es improvisado. Es una nueva manera de hacer teatro y de llegar al público. Hay que hallar nuevas fórmulas para competir con el cine y la televisión», explica el director del montaje, Joan Carles Benlliure. «Si pudiéramos representarla en Madrid durante un mes, llenaríamos el teatro a diario», asegura Molinet.

En total, han sido tres días de funciones (de jueves a sábado) en la sala La Cuarta Pared, a cargo de Carles Molinet, Joan Carles Bellviure, Jordi Cumellas, Agnès Llobet, Irene Soler y Lluqui Herrero. Las representaciones suponen el colofón a la gira que a lo largo de 2012 les llevó por Sevilla, Zaragoza, Llubí, Lleida, Barcelona e Igualada, entre otras localidades, fruto del premio obtenido como la mejor obra independiente de la Red Española de Teatros Alternativos.

«La actuación del jueves pasado en Madrid nos ha facilitado que nos contraten para el Teatro Corral de Comedias de Alcalá de Henares», explica Molinet, quien se muestra más que satisfecho porque esta función de teatro experimental y totalmente improvisada, con la participación del público en la creación de los cinco personajes, se podrá ver en 2014 en una minigira de una semana por Sudamérica, en espacios de Argentina y Uruguay.

«Estamos muy contentos con el resultado de la gira del año pasado y con los tres días de funciones en Madrid», apunta Bellviure, encargado de recibir al público, antes de la representación, y al que explica que serán los propios espectadores los que crearán los personajes. Así, deciden su profesión, fobias, anhelos, odios, cómo se llevarán con el resto de intérpretes… «El público se muestra muy emotivo cuando inventa a los personajes», recuerda.

«Nos dicen que no es posible que todo esté improvisado y sí lo está. Los actores vacían totalmente la mente y crean su personaje, gracias al público, sólo un minuto antes de empezar la función», añade. «Siempre se ha pensado que el teatro experimental debe ser una cosa elitista, hermética y que la gente no entenderá, pero experimental es trabajar en nuevas maneras de llegar al público», agrega Bellviure, quien recuerda que El sopar sigue éxito tras éxito en el Teatre del Mar, donde se estrenó en diciembre de 2011.

Impacto

El resultado de toda esta experimentación es una comedia deslavazada y loca (otras veces un drama), surrealista, totalmente improvisada, en la que las tablas de los actores son primordiales y, aunque la trama pueda llegar a ser inconexa, deja un poso de trabajo actoral a fondo que, en definitiva, llega e impacta en los espectadores.

La próxima cita de Iguana Teatre será el 25 de mayo en el Auditori Sa Maniga de Sant Llorenç (Cala Milor), continuando la gira de La cena / El sopar por Valencia, Granollers, Bilbao y Alcalá.