El escritor barcelonés Lluís-Anton Baulenas posó ayer para este periódico en Palma, donde presentó su nueva novela. | Teresa Ayuga

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¿Y si el azar del destino le conectase con alguien inesperado? ¿Qué pasaría si ese feeling le transportase a una aventura sin límite? El escritor Lluís-Anton Baulenas (Barcelona, 1958) plantea esta incógnita en Quan arribi el pirata i se m’emporti (RBA, 2013). En sus páginas, el novelista traza la relación entre Miquel-Deogràcies Gambús, de 96 años y un asesino despiadado, codicioso y megalómano, con Jesús Carducci, homosexual de 50 años, médico y separado. Todo ambientado en el Raval de Barcelona. ¿Qué les une? La búsqueda de un tesoro. El autor habla sobre el libro, que presentó ayer en la librería Embat de Palma.

—Con esta novela celebra 25 años escribiendo, toda una proeza en los tiempos que corren, y más en catalán...

—Vivir de la literatura es muy difícil, tanto en catalán como en castellano, ya que el hábito de la lectura y el consumo de cultura es muy bajo en España. Creo que, a pesar de ser una lengua minoritaria, la literatura en catalán pasa por un gran momento. Es complicado, pero para mí es una necesidad vital.

—¿Cómo conjuga en esta novela una trama criminal, una de aventuras y otra sentimental?

—Mi prioridad es trabajar los personajes y adaptar sus necesidades vitales a la trama, con mucho trabajo y ganas de explicarlo. En mis novelas siempre intento conjugar aventura, ambición, literatura y sentimiento.

—¿Son esos sentimientos la base de su obra literaria?

—El amor y la amistad me interesan mucho, y es algo que me gusta trabajar en mis personajes. Son esos sentimientos irracionales que, en realidad, son lo que nos mueven. El amor, en todas sus acepciones, siempre aparece como motor muchas actitudes.

—¿Qué relación se establece entre los dos protagonistas?

—Es una relación producida por el azar y el interés mutuo por conseguir un tesoro que existe, pero es desconocido. Entonces entra en juego un dilema: aceptar o no un dinero en malos tiempos económicos. En la decisión juegan muchos factores.

—¿Cómo se humaniza a un asesino sin piedad?

—El simple hecho de llamarle Ogre (ogro en castellano) le coloca en un camino épico dentro de la fábula o el cuento. Si fuera una visión realista, sería un asesino despiadado. Me gusta humanizar a ‘los malos’, que acaban cayendo bien.

—El personaje de Jesús Carducci es gay, pero se trata desde la normalidad, ¿por qué esto ocurre tan poco y siempre vemos el mismo estereotipo?

—No es una novela de temática gay, sino un personaje gay dentro de una novela, y lo trato con la más absoluta normalidad. Su condición sexual no tiene nada que ver, podría ser chino, pero es homosexual. De todas formas, sí que es cierto que en la literatura y otras artes sí que suele aparecer el homosexual estereotipado, sobre todo en la propia literatura de temática gay.

—Hoy en día, muchos autores se han ‘subido’ al tren de la crisis para basar sus obras. ¿Qué opina de esta corriente?

—Es normal que esto ocurra, son modas. La crisis tiene un contexto social interesante para la literatura, pero con el tiempo sólo se recordarán los mejores títulos.

—Como barcelonés y autor en catalán. ¿Qué opina de la política lingüística del PP?

—Es cutre y penoso que los políticos usen la lengua como arma de guerra. Es espeluznante. La normalización lingüística no será posible sin la ayuda y colaboración de la administración.