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Las estanterías de las librerías se quedaron un poco más vacías durante 2012, un año «desastroso» para el sector editorial. El nuevo curso que empezó hace apenas mes y medio «no se presenta demasiado mejor», pero los sellos locales no piensan «tirar la toalla» y afrontan esta lucha «con optimismo». «Menos novedades y reducción de tiradas» resumen sus líneas básicas de actuación. Así lo relatan a este periódico cinco editores: Francesc Moll, de la Editorial Moll; Maria Muntaner, de Lleonard Muntaner Editor; desde el Gall Editor, Gracià Sánchez; Miquel Àngel Campaner, del sello Ensiola, y Antoni Guiscafré, de Documenta Balear.

«Queremos plantar cara a la difícil situación que estamos viviendo y la intención es seguir publicando», asegura Francesc Moll, de la Editorial Moll, que no atraviesa su mejor momento –está en concurso de acreedores y acarrea una deuda institucional que supera los 50.000 euros–. De momento, Moll está inmerso en la edición del sexto volumen de las ediciones criticas de las rondallas, para la que han acudido el crowdfuning, o micromecenazgo online. «Hemos pedido ayuda al público», añade el editor, quien avisa: «No habrá más novedades a corto plazo, aunque tenemos planes».

«El sector editorial está como el resto, muy mal. El año pasado fue muy duro, pero nosotros seguiremos con nuestra línea de siempre y apostamos fuerte por los nuevos lanzamientos», apunta Maria Muntaner, de Lleonard Muntaner Editor. «Hace dos años que estamos reduciendo tiradas, pero no novedades. Lo peor es la falta de compromiso de las instituciones, ya que han suprimido cualquier tipo de ayuda, como el suport genèric o la destinada a libros de interés especial».

Un respiro para los editores puede ser la nueva línea de ayudas para la literatura que ofrece el nuevo Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), un total de 70.000 euros, «muy poco dinero a repartir entre muchos», considera Gracià Sánchez, de El Gall Editor, desde donde están inmersos ya en la campaña de Sant Jordi. «No hay que dejar de trabajar y, ahora más que nunca, hay que plantarle cara a las dificultades». La cuestión es «meditar y estudiar mucho los lanzamientos, supongo que reduciremos tiradas y títulos, hay que pensárselo todo mucho más». La misma opinión comparte Miquel Àngel Campaner, de Ensiola, editorial con sede en Muro. «Sobre las subvenciones, quizás estábamos mal acostumbrados, y las ventas también han bajado, todo se ha puesto en contra». Por ello, «sólo publicaremos cuatro títulos este año [en 2011 editaron siete]». «En este momento sólo podemos luchar y pelear por salir adelante». En cuanto a las ayudas del IEB, «no me convencen, la cifra es muy escueta, no será suficiente».

Campaña

Uno de los títulos más vendidos de la pasada campaña de Navidad y Reyes fue Els senyors de Palma. Història oral, de Antònia Sabater y que editó Documenta Balear. «Ha sido toda una sorpresa y nos anima mucho a continuar trabajando como hasta ahora», dice Antoni Guiscafré, del sello palmesano. «Nosotros no hemos disminuido las ediciones, sólo las tiradas, y seguiremos trabajando de esta manera, con cautela y mirando mucho más la letra pequeña».

Así están las cosas en el sector editorial local, que, «muy lejos de agonizar», mira hacia el futuro con positividad.