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La periodista y escritora Isabel San Sebastián (Chile, 1959) ha encontrado en la novela histórica «una perfecta conjunción entre la ficcón y la historia». Este género ha marcado sus cuatros libros hasta la fecha. El último, Un reino lejano (Plaza & Janés, 2013), se presenta hoy, a las 20.00, en el Centre de Cultura Sa Nostra de Palma (Concepció, 12), con la presencia de la autora. Antes, firmará ejemplares, de 12.30 a 14.00, en El Corte Inglés de Avenidas. Un reino muy lejano revive las antiguas pasiones del ser humano y traslada al lector a la trepidante reconquista del Reino de Aragón, donde Balears tuvo «un papel destacado».

—Es su cuarta novela histórica. ¿Qué ha encontrado usted, que está tan ligada a la actualidad, en este género?

—Tiene las dos cosas que más gustan, ficción e historia. En mis novelas no trato de novelar a un personaje histórico, sino tejer una ficción a partir de una trama histórica, para la que me documento y estudio muy bien. Intento trasladar al lector a unos períodos históricos que me apasionan y a través de los cuales se puede entender cómo funcionan hoy en día muchas cosas.

—La editorial dice que es su novela más ambiciosa. ¿Lo cree usted así o son cosas del marketing?

—Yo creo que sí, una va aprendiendo a medida que escribe. He trabajado más los personajes de ficción y el relato en sí. Me he apoyado menos en la muleta histórica.

—¿Dónde termina la ficción y dónde empieza la historia?

—Trato de crear un marco histórico trabajado y documentado, te tienes que empapar de la época y sus escenarios para trasladarte con la imaginación al tiempo donde sitúas tu novela. Después ya puedes desplegar tu trama de ficción.

—¿Cómo aparecen reflejadas Balears en el libro?

—Aparecen en la conquista de la Isla por parte de Jaime I y también la disputa de éste con sus dos hijos, Jaime de Mallorca y Pedro de Aragón. Mallorca no aparece como protagonista, pero es una pieza importante en la tercera parte del libro, donde sí que ocupa un papel destacado.

—¿Qué opina de las intenciones soberanistas de Catalunya?

—Me da mucha pena. Desde los egipcios se sabe que la unión hace la fuerza y la división debilita, es de cajón. Me deprime mucho contar esto y que invoquen a la lengua como elemento de reivindicación política. Me parece absurdo y una chorrada que usen el catalán como arma independentista. Además, nunca ha existido una figura jurídica con identidad política llamada Catalunya.

—Trabaja en ABC Punto Radio, que está a punto de desaparecer. ¿Cómo se vive este momento de crisis desde dentro?

—Es una agonía espantosa. Se lleva con mucha pena, dolor y preocupación por todos los compañeros que están en la calle y no lo tienen nada fácil. El periodismo especializado y de calidad está desapareciendo.

—¿Qué opina del caso Bárcenas y los sobresueldos?

—Me producen verdaderas náuseas. Se necesita una ley y un pacto anticorrupción más allá de echar a los malos y defender a los buenos. La legislación debe ser implacable. Hoy en día no existe un político que me guste, ya que, o están fuera, o a punto de dejar la política. Se necesita un cambio generacional en todos los sentidos.

—¿Tiene a algún político predilecto para este cambio generacional?

—Albert Rivera [Ciutadans] me gusta mucho. Es audaz, políticamente incorrecto y muy íntegro. Así lo creo, aunque ya no pongo la mano en el fuego por nadie. Me gusta mucho porque ha fundado un partido al margen de la ‘partidocracia’.