Imagen de la actriz de sa Pobla Antonia Payeras.

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Desconfiaba si podría dedicarse a la interpretación. Escéptica sobre si era un hobby o no, la actriz Antonia Payeras (Sa Pobla, 1985) estudió en Madrid y se coló en el cine con la cinta portuguesa La peluquera de Lisboa. El pasado viernes, su segundo largometraje, Sesión 1.16, de Hernán Cabo, se estrenó en 12 ciudades de España. Payeras interpreta a Ana, una estudiante de periodismo fascinada por los fenómenos paranormales. Como la ouija. Su afán por indagar en el juego hará que se queden encerrados en la buhardilla de una casa en un monte perdido de Talavera de la Reina. Empieza el terror.

—Debutó con un filme en Portugal. ¿Qué sintió?

—Era una oportunidad caída del cielo. Necesitaban una actriz española. Soy amiga de una actriz muy conocida allí, Anabela Teixeira, que confió en mí. Llegué sin saber portugués, estaba con un miedo atroz, pero lo de Portugal fue una experiencia magnífica.

—Hábleme de ‘Sesión 1.16’.

—Un grupo de cinco amigos de la Facultad de Periodismo tenemos que hacer un trabajo y yo, Ana, propongo hacer un documental sobre la ouija. Quedamos un fin de semana en casa de una de las amigas y el proyecto parece que desde un principio no funciona...

—¿Cree en la Ouija?

—No creo en el tablero en sí. Pero sí en experiencias que me han contado, como que han jugado y al no cerrar bien la sesión han sucedido accidentes, como que una chica se ha caído por una escalera y se ha roto una pierna o que han tirado un vaso desde un quinto piso y no se ha roto. Creo que la ouija es un poder que tiene que ver con la mente.

—¿Lo recomienda?

—No recomiendo el juego de la ouija desde la risa. Si realmente te has documentado y sabes qué vas a hacer, a lo mejor puede resultar interesante. Siempre que sea desde un lugar sano.

—¿Pasaron miedo durante el rodaje?

—No, pero pasaron anécdotas graciosas. Al acabar las sesiones del día parte del equipo se quedó encerrado y sin cobertura.