El director Álex Calvo-Sotelo, antes de entrar en la proyección de su película, en los CineCiutat.

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Actor ocasional, productor, ayudante de dirección, pero, sobre todo, director. Todo esto es Álex Calvo-Sotelo, quien, hace unas semanas, habló en los CineCiutat de Palma tras la proyección de su película El mundo alrededor, que se estrenó en el año 2006. Tiempo después de este filme, adaptó, junto a Ignacio del Moral, un guión de la novela Nocilla Dream, del escritor Agustín Fernández Mallo, para la que espera encontrar productor.

—¿Cómo es la experiencia de volver a ver una película que ha dirigido?

—Es una experiencia muy reconfortante. Hacía seis años que no veía la película y me pareció que su trasfondo social seguía vigente.

—’El mundo alrededor’ es un filme independiente, ¿qué situación vive actualmente ese sector?

—El cine independiente no vive, está muerto. Una de cada cien películas funcionan comercialmente, es difícil estrenarlas, pero ha sido así siempre.

—¿Por qué cree que pasa esto?

—La gente no conoce éstas películas porque no se publicitan, y cuando va al cine y ve los 18 carteles de las diferentes filmes escoge la del actor conocido, la que ha visto en anuncios... Y las independientes no se conocen.

—¿Qué cree que ofrece el cine independiente a diferencia del comercial?

—Nuevas formas de proponer una temática, temáticas diferentes, perspectivas poco comunes y, entre otras, una mayor profundidad en las historias en los sentimientos y no tantas explosiones y tiros.

—¿Todo el cine comercial se reduce a acción, tiros y explosiones?

—Gracias a Dios hay un cine que funciona y no es tan superficial. Menos mal que podemos ir a ver películas de, por ejemplo, Michael Hanake, alguien que sale del cine independiente, pero es un luchador que hace películas diferente para que el espectador piense.

—Las salas como CineCiutat, ¿ayudan al cine independiente?

—Ofrecen al espectador lo que no se ha exhibido, lo que no se ha llegado a estrenar o lo que sólo se ha proyectado cinco días. Es una propuesta para que la gente vea lo que se sale del circuito. No tendría sentido que pusieran Avatar.

—¿Cuál es su último proyecto cinematográfico?

—Junto a Ignacio del Moral preparé el guión de Nocilla dream, una adaptación del libro de Agustín Fernández Mallo, para una película.

—¿En qué estado se encuentra?

—Está parado, es una empresa grande. Necesitamos un productor que vea, como nosotros, que podría ser una película maravillosa que cuenta con la aprobación del escritor. Por la temática, necesitaría una coproducción europea y norteamericana, porque está ambientada en diversos puntos del planeta.