Recreación de la muralla interior con puerta monumental hallada en la campaña de excavación en ses Païsses y de la casa baleárica, justo detrás.

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«Cada campaña es un avance, vas acumulando información», asegura el arqueólogo Javier Aramburu, quien, desde hace años, excava en el yacimiento de ses Païsses (Artà). Allí investiga la evolución de la cultura talayótica, sobre la que asegura: «Con el descubrimiento de una casa baleárica se confirma el colapso» de dicha etapa [talayótica], que acabó de una forma violenta y con los talayots incendiados y destruidos por toda la Isla».

Fue el pasado verano cuando el grupo de 25 voluntarios y expertos que dirige Aramburu trabajó 10 días en el poblado más grande y más visitado de Mallorca, contando con ayuda de Patrimoni Històric del Consell y del Ajuntament local.
Éste año, en ses Païsses se dieron dos hechos relevantes para el transcurso de la investigación científica: el descubrimiento de una muralla interior con su correspondiente puerta y el de la citada casa baleárica.

Respecto a la muralla, Aramburu explica que «hemos actuado sobre el núcleo central más antiguo del poblado» y allí descubrieron una entrada igual a la monumental que da acceso al yacimiento, muy conocida y fotografiada por los turistas, «pero ésta es más pequeña».

Se confirma así la existencia de una muralla interior, con puerta monumental, a modo de dos anillos concéntricos. «¿Qué había dentro de esta nueva muralla?», se pregunta el experto, autor de la recreación que ilustra esta página. «Pues está pensada para los visitantes, porque es como un decorado hecho para que desde fuera se vea una muralla más ancha de lo que en realidad es, está pensada para impresionar». Hablamos del 700 antes de Cristo.

Más cerca de nuestra era, hacia el 500, la cultura talayótica da paso a la baleárica, momento al que pertenece la citada casa «en cuyo primer nivel no vimos restos procedentes de Eivissa». Éste último dato resulta crucial para el arqueólogo a la hora de confirmar ese «colapso» del mundo talayótico debido a la «superpoblación» y afirmar que en su extinción no participaron elementos externos ajenos al mismo. Aramburu descarta a Eivissa como el elemento desintegrador del universo talayótico. «Se decía que había sido a causa de las transformaciones sufridas debido al comercio» con la pitiusa.

Aunque corta, la campaña ha resultado fructífera y «cada vez» se amplía el número de especialistas «de fuera» que colaboran para desentrañar los 1.000 años de historia de ses Païsses.