Aitana Martín y Juan Salas, ayer, durante la presentación de 'Cine Gusta 35'.

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No es lo mismo escuchar un vinilo que un CD. Tampoco tiene punto de comparación una película en 35 milímetros con una digital o en 3D. La Sala Augusta quiere recuperar clásicos en 35 mm como El gran dictador o Annie Hall para que los que no han podido verlos en la gran pantalla tengan ahora la oportunidad de hacerlo gracias al ciclo Cine Gusta 35 . El proyecto, cada martes a partir de octubre y durante un trimestre, acogerá dos pases de películas clásicas en versión original.

Esta nueva iniciativa dará comienzo el 2 de octubre, a las 20.15 y 22.30, con la proyección de Vértigo , la película de Alfred Hitchcock que destronó a Ciudadano Kane como mejor filme de todos los tiempos según la revista Sight and sound , del Festival de Cine Británico. Aunque la de Orson Welles también tiene cabida en Cine Gusta 35 . Ésta se podrá visionar el 11 de diciembre.

La impulsora de esta actividad es Aitana Martín, una cinéfila que tras dar con el propietario del Augusta, Juan Salas, consiguió «rescatar aquellos largometrajes que por cuestión de edad no hemos podido presenciar en las salas de cine». El último filme que se programe, el 18 de diciembre, lo eligirá el público a través de las redes sociales.

El propio Salas remarcó que «antiguamente este tipo de películas se reponían y al desaparecer el Renoir llegamos a un acuerdo de ofrecer cine en versión original». También habló del coste de los proyectores digitales que, tras el apagón en 2014, los cines «deberán adquirirlos por unos precios de entre 50.000 a 60.000 euros, y si es 3D su precio asciende 15.000 euros más». A partir de ese año los estrenos ya no saldrán en 35 mm.

Cine Gusta 35 es trimestral y en función de la respuesta del público, se prolongará tres meses más y así sucesivamente. Las entradas valdrán cinco euros y el bono de las seis proyecciones costará 20. Un reclamo para nostálgicos.