Los organizadores del concierto, con Jaime Anglada en el centro, presentaron ayer la cita en las bodegas Macià Batle. | Maria Nadal

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«Se han orquestado 15 canciones de mi repertorio junto con la Orquestra Simfònica de les Illes Balears y se estrenarán dos temas nuevos». Con estas palabras presentó ayer el popular cantautor Jaime Anglada uno de los conciertos más esperados de la temporada, que lleva por título Anglada Simfònic y que llenará el escenario del Trui Teatre de casi 80 profesionales el próximo viernes 28 de septiembre, a partir de las 21.30 horas.

El cantante, que es el único mallorquín que puede presumir de tener una guitarra colgada en un Hard Rock, avanzó durante la presentación de la cita, que se realizó en las bodegas Macià Batle de Santa Maria, que «en el transcurso del concierto habrá sorpresas e invitados muy importantes que han marcado huella en mi carrera musical».

Anglada ha estado acompañado durante el último año por uno de los organizadores del evento, Xisco Barceló, y el director de la Jove Orquestra Balear, Joan Barceló, ya que ambos se han implicado duramente en el proyecto y en hacer posible que las composiciones rockeras de Anglada se conviertan en canciones clásicas.

Xisco Barceló agradeció la implicación de los músicos de la Orquestra Simfònica y sentenció que «quien viva en Mallorca y no acuda al concierto, se arrepentirá».

Toni Cuenca, Miquel Àngel Aguiló y Katalain Szertirmai se han encargado de realizar los arreglos y las adaptaciones de los diferentes temas que el cantautor ha seleccionado para este evento.

Con este concierto, Anglada abre la veda en las Balears a los cantantes y compositores locales para orquestar sus repertorios con la Simfònica. De hecho, el cantante y compositor es el primero que se ha atrevido con este proyecto y anima a otros cantantes a iniciar un proyecto parecido porque «la Simfònica ha abierto todas las puertas a tocar una música a la que no estaban acostumbrados».

El origen

Los impulsores del evento recordaron durante la presentación que la idea se fraguó en una reunión informal «entre amigos». Jaume Anglada, Joan Barceló y Xisco Barceló tomaban un café y, después de discurrir sobre posibles proyectos en conjunto, decidieron plantear a la gerencia de la Simfònica la posibilidad de llevar a cabo un concierto con las canciones de Jaime Anglada arropadas por algunos maestros de la música clásica.