El violinista Francisco Fullana García, en una fotografía reciente tomada en Palma. | Jozef Szafranski

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Un dicho popular sentencia que ‘nadie muere mientras sea recordado’. Algo que en el caso del músico y compositor Bernat Pomar queda patente, no sólo por el recuerdo de aquellos que lo conocieron, sino por la música que compuso y los alumnos a los que enseño a tocar el violín. Uno de éstos pupilos fue Francisco Fullana, quien homenajeará a su mentor en la Jornada Europea de la Cultura Jueva del próximo domingo en un concierto gratuito. Lo hará en el Teatre Xesc Forteza de Palma, junto al pianista Oscar Caravaca, en un «recital íntimo pensado para las que fueron sus raíces».

El concierto, un «homenaje a la música y figura de Pomar», constará de cuatro piezas. «Hemos programado dos obras de Pomar», explica Fullana. «Tocaremos Israel y Canto a la tolerancia, dos composiciones que creemos muy adecuadas para esta jornada. Además, queríamos completar la programación con autores españoles de finales del siglo XIX y principios del XX, por lo que tocaremos la Segunda sonata, de Turina, y Aires bohemios, de Sarasate». Para Fullana, Israel es una «pieza especial que Pomar compuso para mí cuando tenía once años por la estrecha relación que teníamos».

Entre sus próximos compromisos, el violinista, además de proseguir el máster en violín que estudia en Nueva York, tiene programados varios conciertos: en octubre tocará con la Atlantic Symphony Orquestra de Boston, gracias a un premio que obtuvo el pasado mes de marzo; en diciembre volverá a Mallorca para actuar junto a la Simfònica en el Auditòrium y también tiene actuaciones programadas para enero y marzo. Sin embargo, reconoce que «tengo mucha suerte de poder tocar en Mallorca, donde espero poder venir muchas veces».