El cantaor Pitingo, en una imagen promocional.

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Antonio Manuel Álvarez (Huelva, 1980) es, en idioma caló y en su reverso profesional, Pitingo. Presumido, aunque sólo al 50 %. El resto asegura que corresponde a una vida tranquila «dentro de la locura musical». Eso sí, englobada en el flamenco, la banda sonora de su vida que, junto al guitarrista Juan Carmona -ex de Ketama-, repasará el 18 de agosto, a las 21.30 horas, en la Torre de Canyamel, a beneficio de Projecte Home.

No se considera uno de los máximos exponentes a nivel internacional, pero sí que es consciente de que su «prudencia y osadía» le hacen ganar terreno en un hábitat «purista» como es el flamenco. Un estilo musical que ve necesario «fusionar para expandirlo, en la mezcla está el avance». «El público no lo llega a entender nunca porque no conoce nuestro argot», comenta.

Su último trabajo, Malecon Street , ya ha vendido más de 30.000 copias, siendo así disco de oro en España y a punto de alcanzarlo, también, en Colombia y Venezuela. Es un homenaje a los autores olvidados de Cuba. «Viajamos a Cuba y estuvimos con los familiares de cada uno para que nos contaran la historia de los temas», explica Pitingo. El artista sabe que ha cambiado físicamente y mentalmente. Ya no es aquel joven que recogía maletas en el aeropuerto de Barajas. Pero mantiene sus valores y a su gente, que «son los que me ponen los pies en la tierra».

El músico ha hecho un sinfín de covers de míticos como los Beatles, Police, Bob Marley o Nirvana. Siendo ésta última muy criticada por los fans acérrimos de la banda de Kurt Cobain. «La polémica debe existir siempre. Hago versiones con todas las consecuencias, todos los artistas que hemos sido osados y echados para adelante siempre hemos recibido. Gracias a Dios tengo más seguidores que detractores». Tampoco se salva de las habladurías de pertenecer a según qué partido político por actuar para él. Pero Pitingo no cree en política. Él cree en Dios. «El partido que tenga para pagarme ahí me tendrá, tengo que dar de comer a mucha familia. Si usted tiene dinero también voy a su casa a cantar», declara. Asimismo, el futuro de la música en España lo ve complicado por la subida del IVA del 8 al 21 %. «Los conciertos en este país se van a acabar. La supervivencia está en Latinoamérica. ¿Si las cosas están complicadas, por qué lo ponen más difícil?», concluye el cantaor.