El pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro posó ayer para este periódico.

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Una vez, a su mujer le dijeron en el supermercado que su marido toca un poco el piano, le pagan y se va. Pero Joaquín Achúcarro (Bilbao, 1932) asegura que su trabajo «es más que eso. Requiere de esfuerzo físico y mental». Esta noche demostrará su estado de forma en el Castell de Bellver, a las 21.30 horas, para abrir el festival más antiguo de Palma: las Serenates d'Estiu. En su actuación presentará, por primera vez en España, Hoja de álbum , una obra breve de Brahms «descubierta en un álbum de firmas».

Cuenta que la salud la ejercita yendo en bicicleta o nadando cuando tiene tiempo. Ayer, por ejemplo, nadó 600 metros. La mentalidad la refuerza con largas horas de estudio.

Repertorio

En sus dos horas de concierto interpretará piezas de los Estudios Sinfónicos de Schumann, una obra que define como «mastodóntica». En su repertorio también incluirá temas de Frederic Mompou, por el 25 aniversario de su muerte, además de canciones de Montsalvatge por el centenario de su nacimiento. Explica que confeccionar el programa es como preparar un menú: «Procuro agradar al público con un contenido emocional que se tiene que enlazar por semejanza o contraste».

Se estrenó en la Isla hacia el 1967 y desde entonces ha venido constantemente. Ahora, pese a la subida del 8 al 21 % de IVA a partir de septiembre, confía en seguir pudiendo acudir, aunque «comiendo un poco menos de sobrasada», bromea. Se pone serio para afirmar que la subida «es una barbaridad» y que recortar en educación y cultura le parece «un suicidio». Después de leer un artículo cree que la solución está en «seguir el modelo de Singapur, que invirtió en ambos sectores y ahora es de las economías más potentes del mundo».

El viernes se va a Madrid para luego tocar en Polonia y dar clases magistrales. A continuación actuará en Torroella y después se irá a Estados Unidos. Allí lleva 25 años enseñando piano en la Southern Methodist University de Dallas. «Cuando pueda venga usted y enseñe», le dijeron la primera vez. «No tengo ni que fichar», matiza sonriente el pianista. Aprovechando la semejanza entre la preparatoria en el deporte y en la música, el pianista bilbaíno señala que «están creando monstruos que compiten sólo para no ser eliminados». El director artístico del festival, Gonzalo Augusto, llega tarde a la entrevista pero escucha a Achúcarro hablar de ejercicio y reflexionar sobre qué es el talento e interviene: «Él [Achúcarro] es un artista con un talento y una salud de hierro».

Joaquín Achúcarro. Serenates d'Estiu. Hoy, Castell de Bellver. 21.30 horas. 35 euros.