El artista Joan Costa, 'inmerso' en una de sus obras. | Teresa Ayuga

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Sidney le espera. Aunque antes de viajar hasta la playa de Bondi para participar en la macroexposición Sculpture by the Sea con su obra Alga infinita el próximo mes de octubre, el artista Joan Costa aprovecha para depositar sus últimas semillas en varios centros de arte.

Actualmente, en la galería Joan Melià, de Alcúdia, está instalada su muestra D'Aigua hasta el 11 de agosto. Pero, no contento con una «plantación» en activo, hace poco tiempo recibió una llamada de último minuto. Era el Espai 32, de Pollença, y aceptó la propuesta. Por tanto, hará un «transbordo» de un mes en la galería pollencina a pesar de ser «todo muy precipitado». Hasta el 28 de agosto se podrá ver una selección de obras de pintura y escultura, algunas de las cuales también estarán presentes en Australia. Es una exposición dedicada a la naturaleza que «sigue la línea de la obra paralela en la galería Melià», confirma el escultor. Indagando en las ondulaciones, Costa presenta ocho esculturas de aluminio, hierro fundido y mármol, además de 12 pinturas acrílicas y de tinta litográfica sobre papel y cartón.

Acostumbrado a trabajar con figuras geométricas, Joan Costa aborda la temática de la vegetación marina además de la terrestre. Algunas de las algas que enviará a Australia también forman parte del ecosistema de Costa en el Espai Art 32. A parte, se le suman especies del bosque. Siempre con curvas porque es «conocimiento, dimensión y vida». El movimiento es una constante en la forma de trabajo del mallorquín. Costa se inspira en elementos naturales como el agua, la sal, el viento, los árboles o la sombra. Y lo hace para recalcar la importancia de la naturaleza en la vida del ser humano.