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Una extensa senyera colgaba del caballo del rey en Jaume I el Conquistador, situada en Plaça Espanya. A sus pies, un escenario decorado también por la misma bandera. A media tarde, las batucadas ya retumbaban en la calle de los Oms. Un artista callejero se indignaba porque su música se quedaba eclipsada por los tambores. Era el principio de una acción musical por la lengua. Antònia Lladonet convocó hace un mes a grupos mallorquines para que, bajo el lema 'Enllaçats per la música', reivindicaran la importancia de la lengua catalana, víctima de la nueva política lingüística del Partido Popular. Alrededor de 200 personas se reunieron por la causa.

En la Plaça d'Espanya, algunos viandantes y turistas se quedaban atónitos ante tanto ajetreo. En la parte derecha del escenario se instalaron mesas con merchandising e incluso se hizo una colecta en una caja de zapatos que rezaba: «pot antirepressiu conselleria d'educació». Estaba rodeado de camisetas con dibujos y clamos como «que no et tallin la llengua». Lladonet leyó un pregón que resumía los motivos del acontecimiento: «defender la lengua y la cultura». La organizadora dijo que «la lengua tiene que dejar de ser un mérito en la Administración Pública y se opuso a la reducción lingüística en los medios de comunicación públicos».

Uno de los presentes, Joan Mateu Ferrando, comentó que el PP «está llevando a cabo una política de exterminación». Incluso el presentador del evento se mofó de los populares , ataviándose con una camisa rosa y un jersey lila sobre los hombros.

Anegats, Al-Mayurka, Cap Pela, Cucorba, L'Equilibriste, Circ Bover y Ocults, entre muchos otros, participaron en este evento reivindicativo que estaba previsto que se prolongase hasta bien entrada la madrugada.

El camino hacia la «reconquista» de la lengua catalana sigue su curso. «La lucha continúa», dijo Lladonet. Mientras tanto, los lazos por la lengua seguirán floreciendo por los edificios públicos.