Algunos de los momentos del concierto que ofreció Conxa Buika en Palma. | Teresa Ayuga

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Tras una larga temporada sin pasear su música en directo entre la afición que le ha visto crecer como artista, anoche, Conxa Buika, cantante mallorquina de padres guineanos, saldaba su ausencia en el escenario ubicado en el patio de la escuela Sa Graduada, de Muro.

Allí se trasladó finalmente su actuación, por motivos de licencia, un esperado concierto inicialmente anunciado en la plaza de toros de la localidad. Buika aprovechó la ocasión para realizar un recorrido por algunos de sus éxitos más veteranos y conocidos, así como para entonar alguna de las nuevas creaciones. Un repertorio muy próximo a ese doble álbum titulado En mi piel , en el que recoge casi una treintena de sus canciones en su más puro estilo.

En un escenario prácticamente negro, sin juegos de luces ni artifícios innecesarios durante los primeros momentos, la mallorquina se resistía a salir al escenario, sobre el que ya sonaban tímidos acordes de piano, y que arrancaron fuertes aplausos de los allí presentes, cerca de 300 seguidores, que supieron arropar como nadie a una incombustible Buika.

La cantante interpretó canciones que calaron en un público eminentemente maduro, que escucha sus letras y comprende su música. Arrancó su actuación con temas como Sueño con ella , de ritmos cubanos, o Mi niña Lola , una de sus canciones más conocidas y exitosas. «A la hora de hablar frente al micrófono no soy muy valiente, pero a la hora de cantar ni la muerte me detiene», dijo Buika, una declaración de intenciones para una cita que estaba prevista que se prolongase hasta la medianoche.