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Ocho son las semanas que ha permanecido en la cartelera El prefecto desconocido. Y, desde que el filme abandonara el pasado jueves el cine Augusta de Palma, su director, Toni Bestard, se prepara para acudir en junio al Festival Internacional de Cine de Shangai al tiempo que valora su paso por las salas españolas, «un éxito» que probablemente no acabe aquí. Sin perder de vista los premios Goya 2013, la película busca estos días distribuidora internacional en el mercado de Cannes.

—Ocho semanas en cartelera ¿entraba dentro de sus perspectivas?
—Nuestro objetivo, el mío y el de la productora Singular Audiovisual, teniendo en cuenta que estrenamos el 23 de marzo, era aguantar hasta Semana Santa, por lo que llegar hasta mayo es un éxito.

—Fuera de los cines, ¿ha terminado el ciclo de El perfecto desconocido?
—No, las películas no mueren, se quedan siempre ahí y tienen vida más allá de las salas cinematográficas. El filme seguirá su camino, no creo que se cierre nunca su círculo.

—¿Cuál es el siguiente paso?
—Miramos acuerdos para su distribución en DVD. Además, buscamos su distribución a través de plataformas de Internet.

—Festivales en Corea del Sur, Valladolid, Los Angeles, Hungría... ¿Qué ha encontrado en ellos?
—En todas las proyecciones de los festivales a los que he asistido la gente ha respondido igual. Eso me ha llevado a pensar que tiene un lenguaje más universal del que pensaba. Lo próximo será Shangai, donde esperamos que el público chino responda tan bien como el coreano. Teníamos la intuición de que el espectador oriental conectaría mucho con la película, y así es.

—¿Cree que llegará a los Goya?
—Nosotros haremos lo que cualquier película tiene que hacer para presentarla. A parte de eso, no quiero hacer ningún pronóstico porque los Goya son difícilmente predecibles.

—¿Eso qué implica?
—Pese a que ya estuviera nominado en la categoría de cortos, para ellos [los académicos] soy un perfecto desconocido, y la productora también. Si la película llegara a los Goya, para más de uno de los académicos sería una perfecta desconocida. Tenemos que conseguir que se fijen en ella.

—¿En qué categorías cree que podría estar nominado?
—En el caso de que nos nominasen, no me imagino que fuera para la mejor película. Pero sí que me imagino en otra categoría, como mejor actor o banda sonora. Me haría mucha ilusión por aquellos que me han acompañado en este viaje.

—¿Cuál es su próximo proyecto?
—En mente tengo muchos, pero estoy trabajando en la adaptación de una obra teatral que quiero empezar a mover en verano. Se trata de una comedia un poco surrealista que habla de las relaciones en el matrimonio desde un punto de vista muy especial y original. Tiene un aire a los guiones de Charlie Kaufman con algo de Woody Allen. Veremos si la puedo dirigir.