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El Festival Internacional de Cine MareMostra arrancó ayer con una apuesta técnica e institucional decidida por la ley de impulso del sector audiovisual balear, que se presentará en el Parlament en próximas semanas. Fue la conclusión más importante de las segundas Jornadas de Cine, Turismo y Territorio que se celebraron previamente a la inauguración oficial del festival, que tuvo lugar por la tarde en el Aljub del Museu Es Baluard de Palma con la proyección de la superproducción Océanos.

Las ponencias sirvieron para «involucrar aún más a los municipios de la Isla en la creación de una ordenanza que permita quitar trabas administrativas en la petición de permisos de rodaje», resumió Germán Traver, presidente del Cluster Audiovisual. Éste será uno de los seis puntos principales de la ley, que también contemplará la fórmula jurídica de los incentivos fiscales, según avanzó el conseller de Presidència, Antonio Gómez, en la clausura de este encuentro en el que se explicaron los beneficios del fomento del sector audiovisual para el desarrollo económico local.

Éxito
A diez minutos del arranque del acto inaugural de este encuentro cinematográfico dedicado al mar y al mundo submarino ya se habían agotado todas las localidades. «Al ser la primera edición, estábamos preocupados por la respuesta del público, pero está siendo todo un éxito», dijo Álvaro Iglesias, director del festival.

Un photocall instalado a la entrada del museo daba la bienvenida a «una nueva andadura que hoy arrancamos con mucha ilusión», confesó Iglesias en su discurso inaugural, quien, junto al resto de organizadores, sumergió una cámara con unas gafas y un tubo de buceo a modo de pistoletazo de salida. Después, una proyección con un avance de lo que se va a poder ver en el Festival MareMostra precedió al pase del filme Océanos, de Disney, el documental más caro de la historia.