Miquel Vidal, el príncipe consorte Enrique de Dinamarca, Lin Utzon, Josep Montserrat, Christen Obel, Lise Juel y Joan Rotger posaron ayer en la inauguración oficial de Can Lis. | P. Pellicer

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Un nuevo espacio de residencia para arquitectos y artistas se inauguró ayer en los acantilados de Portopetro, en la localidad de Santanyí. Se trata de Can Lis, la casa que Jorn Utzon –maestro danés de la arquitectura, creador de la Ópera de Sidney y ganador del Pritzker en 2003– levantó sobre suelo mallorquín en 1972 y que, tras una intensa rehabilitación, comienza ahora una nueva vida. Enrique de Laborde de Monpezat, príncipe consorte de Dinamarca y esposo de la reina Margarita, inauguró este centro dedicado «al estudio, la creación y la reflexión», tal y como expresó Christen Obel, presidente de la Fundación Utzon, propietaria del inmueble.

«Esta casa muestra el amor y el cariño que Jorn Utzon sentía hacia la Isla», continuó Obel en su discurso inaugural, y aclaró que «éste no es otro elemento turístico. Sólo será accesible para grupos reducidos y selectos de arquitectos, investigadores, artista y estudiosos». La presentación también contó con la presencia de Lin Utzon, hija del arquitecto danés; Lise Juel, arquitecta responsable de la rehabilitación de la casa; Joan Rotger, vicepresidente del Consell; Miquel Vidal, alcalde de Santanyí, así como los regidores de la localidad Pilar Mas y Xisco Vidal, entre muchos otros. El alcalde de Santanyí entregó al príncipe Enrique y a Christen Obel una escultura de pedra de la localidad.

Fabuloso

Lin Utzon se mostró «agradecida» con lo que la Fundación Utzon ha hecho en una casa «en la que residí durante 20 años. Es fabuloso que ahora se convierta en una residencia para expertos». La hija de Jorn Utzon, que ahora vive en Can Feliz, no se separó de su perro rater Luchu.

Los asistentes brindaron con vinos autóctonos y disfrutaron con una muestra gastronómica de Can Calent de Campos, basada en delicias de porcella, bacalao, jamón o pimientos. Una velada distendida que marca el inicio de una nueva etapa para un lugar «mágico y maravilloso».