El ciudadano fue interceptado con un detector de metales por agentes del Seprona en el santuario de Son Corró, en Costitx. | M.N.

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Multa ejemplarizante para un ciudadano extranjero que fue interceptado por el Guardia Civil con un detector de metales en el santuario de Son Corró, en Costitx, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer una sanción de 60.101 euros por una falta muy grave cometida el 15 de mayo de 2011.

Una dotación del Seprona de la Guardia Civil descubrió al ciudadano Marck Stephen Nicklin en este yacimiento arqueológico con un detector de metales de alta precisión. Cuando los agentes le interrogaron, el ciudadano reconoció que el detector era suyo y el Consell le abrió un primer expediente informativo previo a la sanción ya que la Llei de Patrimoni prohibe de forma taxativa el uso de detectores de metales en los bienes que integran el patrimonio histórico de las Islas.

Inmediaciones

El citado ciudadano presentó alegaciones en las que aseguraba que no se encontraba en el santuario, sino en las inmediaciones, y además adujo que el detector de metales se encontraba en el suelo, no en sus manos, cuando fue interceptado por la Guardia Civil. En su defensa, también explicó que el terreno junto al yacimiento no estaba delimitado ni señalizado y además no fue capaz de entender ninguno de los dos idiomas en los que se dirigieron a él los agentes.

El Consell no da credibilidad a ninguna de las alegaciones presentadas por el ciudadano ya que el atestado que levantó la Guardia Civil, que además firmó el sancionado, deja claro que ninguna de estas alegaciones son ciertas.

El expediente sancionador que ayer votó el Consell señala que en la zona hay dos grandes carteles en los que se indica que se trata de un yacimiento arqueológico, por lo tanto una zona protegida desde el punto de vista patrimonial. Tampoco se tiene en cuenta que en su propiedad no se detectara ningún elemento patrimonial.