Imagen de archivo tomada en 2011 en el yacimiento romano de Pol·lèntia, en Alcúdia, una excavación de larga trayectoria. | Redacción Brisas

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«Los técnicos de la casa han comenzado a elaborar un plan insular de gestión del patrimonio, como manda la ley de 1998, mediante el que se hará un diagnóstico de la cuestión y, a partir de ahí, fijar criterios, objetivos y prioridades». Joan Rotger, vicepresidente de Cultura, Patrimoni i Esports, ampliaba a Ultima Hora lo que la semana pasada anunció la presidenta Maria Salom durante el debate de la legislatura.

Según la Llei de Patrimoni de Balears, aprobada en 1998, cada dos años se deberían poner en marcha estos planes, algo que no ha sucedido. Los planes son herramientas de trabajo que recogen las iniciativas a impulsar en materia de patrimonio histórico en base al presupuesto, a los recursos propios y a los que se pueden conseguir de otras instituciones.

En esta legislatura, el plan insular de gestión del patrimonio dará «un apoyo preferente a la arqueología», según explicó Miguel Barceló, secretario general técnico de la citada vicepresidencia. En el Consell, añadieron Rotger y Barceló, «ya trabajan en ese plan, que aún no está cerrado».

Desde la institución han adelantado que está previsto «impulsar las excavaciones arqueológicas de larga trayectoria a razón de una, dos o tres por año para que los yacimientos puedan ser objeto de un acondicionamiento para la visita, al mismo tiempo que para promover significativamente la investigación». Debido a lo corto de las campañas anuales, que suelen durar un mes en verano, los resultados científicos avanzan muy lentamente.

Por otro lado, el plan contempla subvenciones para bienes del patrimonio industrial, un sector que antes dependía de la Conselleria de Medi Ambient y que ahora ha pasado a la vicepresidencia que dirige Rotger.

Respecto a la restauración de edificios del patrimonio eclesiástico, el convenio entre la Diócesis y la administración insular está dotado con una partida de 100.000 euros.

Y como novedad, «en el futuro se contemplan líneas de subvención para la arquitectura militar y el patrimonio más olvidado, como los castillos, para los que hay un plan de 1998, y ya es hora de que les toque».