Los dos maceros y algunos de los vitrales restaurados de la sala de plenos del Ajuntament de Palma. | Teresa Ayuga

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Las once parejas de vitrales y los dos maceros que decoran la sala de plenos del Ajuntament de Palma vuelven a lucir como el primer día tras la restauración a la que se han visto sometidos desde 2008, y cuyos resultados presentaron ayer el regidor de cultura, Fernando Gilet, junto a uno de los restauradores, Luis Moreno, y el cronista oficial del Ajuntament de Palma, Bartomeu Bestard.

«Se tuvieron que extraer y transportar hasta el taller para reparar artesanalmente cada uno con diferentes procesos», relata Moreno, quien junto a Paula Castillo, han restituido «en la medida de lo posible» su imagen original. «El procedimiento ha variado en función del estado de degradación de cada uno de los vitrales. Desde su colocación sólo se habían hecho unos pocos apaños temporales, y algunos estaban en muy mal estado de conservación».

Los vitrales fueron incorporados al Ajuntament en la remodelación que sufrió tras el incendio de 1894, y entre ellos se encuentran los escudos de armas de la antigua Corona de Mallorca, que incluye el de Menorca, Eivissa, Cerdenya y de algunos señores feudales. También se han restaurado los maceros y se han añadido cristales de seguridad exteriores para evitar los daños causados por la meteorología. «La natural degradación de los materiales con los que están fabricados obligará a una nueva restauración dentro de unos 70 años», prevé Moreno.

La restauración, que comenzó en 2008, ha tenido un coste total cercano a los 50.000 euros.