Imagen promocional de la formación catalana The Pepper Pots.

Imagen promocional de la formación catalana The Pepper Pots.

Xavi Solàlloseta, mallorca15/03/12 0:00
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Existe algo en The Pepper Pots, acaso esa habilidad para transformar el soul en monolitos de emoción que los emparenta con, pongamos, The Flirtations. No tienen nada que ver, de acuerdo (bueno... un poco sí), pero escuchando cada acorde cristalino y cada crescendo vocal de aspecto vintage se diría que sus canciones nos teletransportan a la década de los sesenta, cuando las bandas auspiciadas bajo el sello Tamla Motown reinaban a placer. La formación catalana presentará su último trabajo, Time and place , en el Teatre de Lloseta, mañana a las 21.00.

El reputado soulman norteamericano Eli 'Paperboy' Reed orquestó la producción del álbum. «Eli tenía muy claro que quería darle un toque personal, alejarse de la copia. Cambiamos coros y harmonizaciones, añadimos vientos e incluso variamos algunas estructuras originales. En definitiva, hicimos un trabajo 'restaurador'», explica Tomy Muñoz, saxofonista de la banda. El resultado son unas canciones que parecen haber sido escritas hace décadas, soul auténtico, a la antigua usanza, con arreglos majestuosos a lo Phil Spector. Un caballo ganador que nada tiene que ver con el R&B actual, perdido en un sonido comercial y bastardo, sin pasión ni desgarro emocional. «Dar con el concepto musical buscado no fue fácil. Lo que hemos hecho ha sido mezclar nuestra manera de entender el soul con la garra de Eli, conformando una mezcla que ofrece un nuevo abanico de sonoridad al álbum, sin renunciar a nuestra filosofía old school», apunta Muñoz. Un 'sello' adecuado para resumir y empaquetar el universo musical de The Pepper Pots, una formación que vuela bajo el radar de Marvin Gaye, The Marvelettes o The Supremes.

The Pepper Pots. Teatre de Lloseta. Mañana, 21.00 horas.

OcioConciertos

The Pepper Pots + Ska Bottom Boat

The Pepper Pots se formó en 2002 con el reto de recuperar el sonido y la estética de las bandas jamaicanas de los años sesenta que hacían vibrar las pistas de baile de la época. Después de girar por Japón, Estados Unidos y Europa