Imagen de la inauguración de la 48 edición del Certamen Internacional d’Arts Plàstiques de Pollença, en la que participaron 176 artistas. | ultimahora.es

TW
7

A punto de alcanzar el medio siglo de historia, el Certamen Internacional d'Arts Plàstiques de Pollença sucumbe a la crisis. El Ajuntament ha decidido este año no convocar el concurso, priorizando en su lugar las inversiones destinadas a la restauración del fondo del Museu de Pollença y a la redacción del plan director de dicho museo que exige la ley.

Para no renunciar también al certamen Art Jove, el Ajuntament ha recurrido al resto de municipios de la Mancomunitat Nord, de modo que se suprime la dotación económica ofreciendo como único estímulo la posibilidad de exponer la obra premiada en salas de Pollença, Alcúdia, Sa Pobla, Muro, Santa Margalida y Artà.

A falta de una nueva edición del Certamen Internacional d'Arts Plàstiques de Pollença (debía celebrarse la 49) el Ajuntament ultima una retrospectiva que mostrará buena parte de las obras del certamen adquiridas por el Consistorio a lo largo de su historia y almacenadas lejos de la mirada del público.

«Hemos decidido hacer un paréntesis, para nosotros la restauración del fondo y la elaboración del plan director son prioritarias y no podemos invertir 20.000 euros en el certamen», explica la regidora de Cultura, Malena Estrany.

Sobre la mesa queda abierto el debate acerca de la continuidad o no de un certamen nacido en 1962 como consecuencia del espíritu creativo y rompedor que cuajó en Pollença en el primer tercio del siglo XX, fruto de la convivencia con artistas de renombre internacional como Tito Cittadini, Anglada Camarassa, o Dionís Bennássar.

En 1962 se celebró la primera edición del certamen, que alcanzó un gran prestigio dentro y fuera de la Isla como apoyo a los nuevos lenguajes y manifestaciones artísticas que se daban en el arte contemporáneo. No obstante, en los últimos años habían surgido voces críticas que apuntaban a un cierto declive.

En este medio siglo de historia se ha formado la colección de arte contemporáneo de Pollença, primero a través del premio Pollença que se daba al ganador y posteriormente mediante la fórmula de adquisiciones. La retrospectiva programada dará buena cuenta de ello.