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Gente, nervios y, sobre todo, mucha ilusión, es lo que se vivió ayer tarde en la primera de las pruebas de los Cors de la Fundació Teatre Principal de Palma. Cerca de 50 personas, de todas las edades, desfilaron, desde las 17.30 a las 19.00 horas, por el teatro. Esta tarde y mañana, con el mismo horario, continuarán las pruebas.

Como cada año, y ya son 28, el Teatre Principal organizó unas audiciones para todos aquellos, mayores de cinco años, que quieran formar parte de alguno de los cuatro coros. Francisco Bonnín, Pere Víctor Rado, María Francisca Mir y Margalida Ripoll fueron los encargados de hacer las audiciones.

«Viene gente de todo tipo», explicó Bonnín. «Lo más difícil es tener que decirle a la gente que no puede participar, lo que no significa que no sepan cantar, pero se busca un perfil específico de gente para los coros. Pero se lo suelen tomar muy bien».

«Desde siempre le ha ilusionado cantar», comenta Maria Aguiló, madre de Gabriel, que con cinco años intenta entrar en el Cor Petitons. «Le gustaría poder empezar a aprender lo que tanto le gusta».

También con cinco años hizo la prueba Iker. «El coro del Teatre tiene una tradición y una calidad que me da confianza, lo que me animó a traer a mi hijo», comentó su madre, Montserrat Morales.

Pese a que eran los más abundantes a primera hora de la tarde de ayer, no solo se presentaron niños. Xavier Soto, de 19 años, estaba «muy nervioso» antes de comenzar la audición, a la que asistió «'pinchado' por un amigo» que está en el coro, aunque ya era «aficionado a cantar».

También hubo antiguos miembros del coro, como David García, de 22 años, que estuvo en el Juvenil, y tras un periodo «en el que no lo pude compatibilizar con mis otras ocupaciones», fue «a probar en el coro de ópera, ya que el horario me lo permite».

Algunos de los presentes hacían gala de una gran serenidad, como Miguel Pascual, de 29 años, que «había estado en un coro antes, y ahora estudio música en el Conservatorio, y tenía ganas de probar».

Araceli Garralón, de 16 años, y Jardina Salazar, de 19, superaban los nervios previos arropadas por sus amigas, que les daban apoyo. «Los nervios vienen y van por momentos», explicó Salazar, que había participado en coros escolares. A Garralón le «falta algo», después dejar la Coral Juvenil Federativa de Palma, con la que estuvo cinco años.

Tana Moll decidió «que era un buen momento para probar», después de ver la convocatoria en el diario. «Nunca he participado en ningún coro, normalmente solo canto en la cocina».

Esta tarde y mañana seguirán las audiciones para todos aquellos que quieran demostrar sus dotes vocales.