Imagen promocional del grupo Gato Martín.

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Han girado por Londres y un puñado de ciudades escocesas, se hicieron con el concurso online The Battle of the Bands and Babes, en 2004, y fueron finalistas del Mallorca Music Award 2010. Tras siete años alzados a un escenario, Gato Martín da a luz Try Me, un EP del que ya han dado buena cuenta en recintos como Harlem Café, Sart Club o Cultura Club. El sábado recalarán el PotªArt Festival, en S'Escorxador de Alaró, a las 18.00 horas.
En el disco apuntan a nuevas direcciones, preservando sus principales propiedades: rock de encaste setentero y querencia vintage aliñada con unas gotas de funky y pop. «No es nada que hayamos inventado, un ejemplo muy significativo son los Red Hot Chili Peppers. En la Isla es un estilo que generalmente ha pasado desapercibido. El funk aporta alegría, el rock contundencia y el pop melodías, el resultado es Gato Martín», explica Toni Martín, vocalista del grupo.
Para el cantante, la puesta en escena juega un papel determinante. «La verdadera esencia está en los directos, la música perdura hoy en día gracias al directo y nuestra receta es simple: entregarnos al máximo al público para que después del concierto quieran seguir de marcha y no irse a casa», afirma.
Improvisación
Sin duda, es un buen resumen de lo que pueden dar sobre un escenario: un sonido sencillo, sin sorpresas ni grandes alardes, pero con una contagiosa capacidad para la improvisación. «Nuestros temas son fruto de la improvisación, hacemos lo que nos apetece, porque estamos en esto por gusto y no para vender», concluye Martín.