«Si no tuviéramos intención de volver a grabar, esta gira no tendría sentido», comenta El Xarro de las Calaveras, uno de los cuatro miembros originales de La Puta Opepé, cuya gira de reunificación pasa mañana por la Sala Assaig de Palma.
«No sabemos cuándo será, pero ya estamos trabajando en nuevas ideas», añade El Xino. Junto a ellos están Alolo y Don Manolo Pinchadiscos y cada uno parece tener una idea diferente sobre qué y cuándo, pero lo que cuenta es que, tras cinco años de paréntesis, uno de los grupos pioneros en la escena hip hop nacional, y uno de los más peculiares, vuelve a estar de nuevo en marcha.
-Su primer concierto tras cinco años retirados fue en la pasada edición del festival Viñarrock y han participado en otros encuentros musicales. ¿Qué tal por el momento?
-Demasiado bien. Después de tanto tiempo no nos esperábamos esta reacción. Está claro que tocamos en festivales y que el público no sólo nos viene a ver a nosotros, pero es que además de los nostálgicos de nuestra edad nos estamos encontrando con un público más joven que empezó a escuchar rap cuando nosotros lo dejamos y que se sabe todas las canciones.
-Y ustedes, ¿cómo llevan eso de volver a subirse a un escenario?
-Con más canas, pero con más ganas. Es curioso cómo nos acordamos de canciones que incluso ya en la última gira no cantábamos. Además, ahora la energía es más intensa.
-De hecho, durante la gira de El sistema, su último trabajo, más orientado al ragga, apenas cantaban temas de rap.
-En parte, esa ha sido una de las buenas razones para volver. Había una parte de nuestro público que nunca nos había escuchado cantar ciertos temas de nuestra época clásica.
-¿Todavía se sienten parte de la escena hip hop local?
-La inventamos nosotros, fuimos los primeros B-Boys de Palma, así que sí. De lo que nunca nos hemos sentido parte es de la escena musical en general. En la Isla, el rap sigue contando poco frente al rock y haciendo hip hop cuesta mucho más que valoren tus logros. Estamos acostumbrados a que nos hagan el vacío.
-Lo curioso es que su público siempre ha sido bastante heterogéneo y no sólo el habitual del rap.
-Sí, siempre ha sido así. Aún recordamos a un tipo con traje y corbata en uno de nuestros conciertos. La verdad es que todavía nos preguntamos qué carajo hacía allí.
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