Imagen de archivo de los multicines Ocimax de Palma, que ya tienen tres salas digitalizadas. | Pere Bota

TW
0

La imposición de la era digital en las salas de cine obliga a los exhibidores a modernizar sus instalaciones, y en Balears cuentan, a día de hoy, con 13 salas de última generación. Las distribuidoras, que han decidido jubilar las cintas en 35 mm, instan a los empresarios a cambiar sus establecimientos en menos de cinco años. Este nuevo sistema ofrece una gran calidad, sin deterioro, además de disminuir algunos costes de distribución.

Es por ello que los empresarios de cine han empezado a trabajar en la digitalización de las salas, un proceso «muy caro», según el exhibidor Joan Salas, «y que, además, no cuenta con ningún tipo de subvención, por lo que el empresario debe buscarse la vida y asumir todo el coste, que varía en función del tipo de sala, pero que va de los 60.000 a los 80.000 euros. Estamos en proceso de llegar a un acuerdo directo con las distribuidoras, que pasa por un acuerdo a nivel nacional, que se está negociando. A parte de eso las opciones son pocas, ahora mismo, o asumimos el coste nosotros mismos, o negociamos con operadores, que limitarían nuestro cartel de proyecciones. Y si bien es cierto que nos ahorramos un dinero con los portes, el mantenimiento a día de hoy se encarece. Así que de momento los proyectos de digitalización que tenemos los asumimos nosotros».

Por su parte el grupo internacional Cinesa, ya ha llegado a un acuerdo con empresas privadas del sector para digitalizar la totalidad de las salas de las que dispone en Festival Park. «Hace un año no se podía asumir el coste del cambio», comenta Raúl Cabrera, director de marketing de la empresa, «el precio era muy alto, pero con el empuje del 3D, las empresas que distribuyen el material han abaratado los costes, por lo que nos hemos animado a hacer todo el cambio».

La crisis

«El cine en España, en general, ha ido bien», comenta Salas, «nosotros estamos un dos o un tres por ciento por debajo del resto de la Península, pero la verdad es que aquí en Balears la gente va bastante al cine, somos la séptima provincia del Estado en cuanto a gente que compra entradas, pese a que tenemos menor población que en otras comunidades». «Durante la crisis, el cine sigue siendo la parte del ocio más barata», explica Cabrera, «sin duda la taquilla se ha visto afectada por la crisis, aunque más por la piratería, pero siempre ha sido un refugio para los españoles, es una parte muy arraigada en sus costumbres».