La cantante israelí Noa, durante un concierto en 2009 en el Parc de la Mar. | P. Pellicer

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El más prestigioso y veterano de los certámenes musicales de Balears, el Festival de Pollença, arranca in extremis mañana la edición de su 50 aniversario, que contará sólo ocho conciertos. «Ha sido un año un poco difícil para poder montar el festival, ha habido un poco de incertidumbre sobre si se hacía o no, porque los tiempos son difíciles para cualquier espectáculo, y hemos hecho un esfuerzo por mantener la calidad», reconoció Joan Pons, su director artístico.

Así, el festival pasa de las 12 actuaciones del año pasado a 8, y de contar con 391.000 euros de presupuesto a 361.000. La concejal de Cultura de Pollença, Magdalena Estrany, dijo que el certamen ha peligrado «no sólo por un tema económico, sino también porque el Ayuntamiento no había hecho nada».

Sobre el programa del festival, Pons destacó su estreno con la ópera Don Pasquale, de Donizetti, interpretada por él mismo como barítono y con un tenor «extraordinario» como es Celso Albelo, entre otros artistas. Ésta es la primera ópera completa que acoge el certamen. El director aludió a la variedad de contenidos, «con distintos tipos de música para llegar a gente con diversos gustos» y mencionó la presencia de José Mercé en el Claustre de Sant Domingo, con su espectáculo Nuevo amanecer , el 9 de julio; y la actuación de la cantante israelí Noa, prevista para el 15 de julio. Mientras que Leonidas Kavakos cerrará el festival el 27 de agosto.

El conseller de Turisme i Esports, Carlos Delgado, defendió ayer la concesión de una ayuda directa al Festival de Pollença, por ser una «situación de emergencia», pero advirtió que en adelante la Conselleria tendrá que priorizar y atender las solicitudes mediante convocatorias y en virtud de criterios técnicos.