Serafí Guiscafré posando el viernes en el Teatre Principal, del que fue gerente. | Pere Bota

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En pleno franquismo, el director de escena y ex gerente del Teatre Principal de Palma, Serafí Guiscafré, se subió a un escenario para interpretar la obra Juan José, del republicano Joaquín Dicenta. «Los actores estamos locos por el teatro, cuanto más oprimida estaba la vida, más nos gustaba meternos en la piel de otras personas e interpretar», confiesa. Ésta y otras vivencias las ha reunido en sus memorias, Un comparsa dins l'espectacle. Memòries de Serafí Guiscafré, que presentará este viernes 8, a las 20.00, en Caixafòrum de Palma.

El actor y director, que también presentará el libro el 14, a las 20.30, en el Teatre d'Artà, aclara que «éstas son sólo mis memorias teatrales, pero tengo dos más, la de las salas de fiesta y las de auxiliar de Sanidad en el Ejercito del Aire», una faceta que «casi nadie conoce», aunque «siempre he hecho teatro, desde que era niño». «Mi primera compañía fue la Majórica, que fundé en 1948», recuerda Guiscafré. «Casi todos eran militares, trabajamos mucho por los pueblos y también en el Teatro Sindical», donde «interpretábamos las obras en castellano, pero también en catalán», indica.

«Casi no se hacía teatro en catalán, la compañía Artis era la que más lo explotaba», grupo teatral de donde surgieron grandes figuras como Xesc Forteza. «Nunca trabajamos juntos, hacíamos diferentes tipos de teatro», apunta. «El teatro en catalán no estaba prohibido, pero sí censurado. Los censores eran buenos funcionarios, pero sin cultura teatral.

Supervisaban los textos, tachaban algunas partes del guión y estaba prohibido traducir obras del castellano al catalán», detalla. Por este motivo, Guiscafré presentó como propia una traducción al catalán de una obra de Rafael Albertí -comunista exiliado- bajo el título Els odres.

«Pronto abandoné mi faceta de actor para dedicarme por entero a dirigir», una labor que le llevó al cargo de gerente del Teatre Principal de Palma entre los años 1977 y 1993. «La Diputación, tras la reforma del teatro, preguntó por alguien que conociese el mundo teatral, y Matilde Mulet, de la Falange Feminista, me propuso». Precisamente, Guiscafré recuerda que «fui quien devolví la lírica al Principal, junto con el músico Rafael Nadal», abuelo del tenista, y ambos colaboran ahora en el próximo estreno de la ópera infantil Brundibar. «Sin él, no lo habría conseguido». También fundó el Cor del Teatre Principal e inauguró un festival lírico». Haciendo balance de su trayectoria, dice que lo peor «fueron los inicios» y, lo mejor, «las 32 representaciones de Don Juan Tenorio, con el teatro lleno hasta los topes».