Celebración del 25 aniversario de Estudi Zero. | S. Amengual

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Una alfombra roja sirvió ayer al Teatre Sans de Palma para recibir a los invitados de la celebración del 25 aniversario de la compañía Estudi Zero. En este espacio fue donde nació este grupo teatral, que se estrenó en el año 1985 con la obra La cantant calba. Este espectáculo, «un juego poético», según uno de sus fundadores, Pere Mestre, también se pudo ver ayer en una noche llena de fiesta, emoción, nostalgia y, sobre todo, mucho teatro.
La velada de anoche supuso un viaje en el tiempo en el espacio de la calle Can Sanç de Ciutat, cuya decoración incluyó vestidos de época de algunas obras que se han representado a lo largo de estos 25 años, como Jocs d'amor i d'atzar o L'hostelera, además de cientos de banderolas con los carteles de montajes de Estudi Zero, como La familia Sans, El petit princep o Cabaret imaginari.
Minutos antes de empezar la obra, y entre bambalinas, se encontraban los cuatro fundadores de la compañía: Pere Mestre, Dominic Hull, Pepa Ramon y Lourdes Erroz, además de Xim Vidal e Inma Villalonga. «Ha sido un proceso largo y muy laborioso, estamos muy contentos de haber llegado hasta aquí. Emocional y profesionalmente, estamos muy contentos», afirmó Mestre, quien comentó que «cuando empezamos, la escuela tenía 20 alumnos, ahora son más de 100. El público también es mayor y cada vez más exigente, lo que hace que tengamos que subir el nivel».
Tras la representación de La cantant calva, los invitados pudieron disfrutar de pinchos y dulces, en una sala en la que también se proyectaban imágenes con escenas de todos los montajes de Estudi Zero.
Después, estaba previsto que los Dimonis d'Alaró pusieran el broche de oro a la velada con un correfoc cuyo recorrido debía arrancar en el mismo teatro y finalizar en la plaça Quadrado.