El cineasta Jaime Chávarri, quien dirigió el filme 'Bearn o La sala de las muñecas', ayer en la Cambra de Comerç de Palma. | Pere Bota

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Han pasado 28 años desde que Jaime Chávarri (Madrid, 1943) rodase en Raixa una de sus cintas más emblemáticas, Bearn o La sala de las muñecas . Ahora, el director, cuya última entrega cinematográfica fue Camarón , en 2005, regresa a la Isla para participar en las Jornades de Cine, Turisme i Territori, que organiza la Mallorca Film Commission, en la que su cinta basada en la novela de Llorenç Villalonga fue una de las protagonistas de la sesión de ayer en la Cambra de Comerç de Palma.

«Volví a la Isla hace como 10 años para acudir a un festival, pero en realidad me gustaría venir para descansar, como hacen los turistas alemanes», confiesa Chávarri. «Conocí una Mallorca que no pude conocer rodando Bearn , porque cuando trabajas no conoces nada más allá del decorado, aunque Raixa es un paraje maravilloso», añade.

De aquella época, el director sólo guarda «grandes» recuerdos. «Son tan buenos que la parte negativa se borra. La Isla se convirtió en un decorado ideal para rodar», asegura el cineasta, quien explica: «Nunca había visto tal entrega en ningún lugar donde he trabajado. Lo teníamos todo a nuestra disposición: la gente nos abrió la puerta de sus casas, nos ayudaron en todo, nos prestaron vestidos antiguos... Fue fantástico».

La cinta se estrenó en el año 1982, «una época en la que el cine se podía rodar bien, con tiempo y muchos medios, algo que hoy en día se ha perdido, ya que todo está en manos de los productores, no del director», señala, quien considera que « Bearn forma parte de la mejor época del cine español. Hacía lo que quería y funcionaba bien». El filme lanzó a estrellas como Àngela Molina o a un jovencísimo Imanol Arias. «Era joven, guapo y todo el mundo estaba loco con él. Iban al cine sólo para verle. Ambos fueron un elemento muy importante de la película». Chávarri recuerda «como si fuese ayer» a Molina bajando «las increíbles escaleras de Raixa». «Lo que me atrajo de la novela es su carácter mediterráneo, muy olvidado esos años, tanto por la literatura como por el cine», apunta.

El cineasta, que se confiesa «admirador de las películas y no de sus creadores», opina que, en la actualidad, «estamos muy adoctrinados por la televisión. Esa sería una de las causas de los terribles resultados de cine español». «También se escucha mucho eso de 'esto la gente no lo entenderá'. Lo que no saben es que el público es muy inteligente».

Ante las inminentes elecciones para la presidencia de la Academia del Cine, Chávarri confiesa que «estoy alejado de ese mundillo, no me interesa», aunque subraya que «tanto Bigas Luna como Enrique González Macho me caen bien, así que seguro que harán un gran trabajo».