Nati de Grado contando un cuento, ayer por la mañana, a los pequeños lectores que visitaron la Setmana del Llibre. | S. Amengual

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«Prueba superada», decía ayer Francesc Moll, presidente del Gremi de Llibreters, en la última jornada de la Setmana del Llibre, la gran librería en catalán que en los últimos días ha ocupado el patio de La Misericòrdia de Palma. A pesar de la crisis, los lectores no dejaron de acudir al recinto y de comprar libros. Los datos ofrecidos por la organización cifraban en 15.400 el número de visitantes, un 3% más que en la edición anterior, que adquirieron más de 6.000 volúmenes.

La narrativa, la literatura infantil y la temática mallorquina son, según Moll, los tres apartados que triunfan en este tipo de citas y en la Setmana del Llibre de 2011 volvió a suceder. «Los niños ocupan un lugar destacado, un público al que se dedica atención» y que este año, con menor asistencia de colegios por la coincidencia con el puente de la Diada, acudió, sobre todo, en familia. Las niñas y niños «son los lectores del futuro», añadió Moll, y que la celebración de la Setmana contribuye a formarlos es un hecho porque los visitantes han sido, en su mayoría, familias, y la venta en este segmento ha supuesto un 24,5% del total.

Los libros de cocina «siempre tienen éxito», confesó el presidente del Gremi, y uno que recogía menús vegetarianos encabezó el listado de los más vendidos hasta el pasado viernes, cuando Carme Riera presentó su última novela, Natura quasi morta, con la que le arrebató el puesto, devolviendo a la literatura de ficción el lugar que le corresponde.

A partir de ahora, el Gremi se prepara para dos grandes citas: Sant Jordi y la Fira del Llibre. Respecto a esta última, Moll espera que el Consistorio mantenga su apuesta por es Born ya que «pensamos que sigue siendo el mejor emplazamiento».