Romà Gubern, ayer en el Centre Sa Nostra.

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Recién llegado de Estados Unidos, el catedrático y experto en cine Romà Gubern recibía ayer un homenaje por su colaboración durante más de veinte años con el Centre de Cultura Sa Nostra de Palma. Gubern, al que se ha dedicado un ciclo de cine negro, ofreció una conferencia sobre este género que descubrió con sólo 12 años.

El también escritor e historiador, que votó como académico a Pa negre en los Goya, comenta que «Agustí tiene un gran talento y ya lo demostró con El cristal, su primera película. Pa negre es una película bien hecha, bien dirigida, bien interpretada y ambientada. Aun así ha sido una sorpresa cómo ha arrollado». Sobre el reconocimiento de los cineastas mallorquines fuera de la Isla, Gubern se lamenta: «Nadie es profeta en su tierra», pero añade que «la producción pesada se ha ido centralizando, los epicentros son Madrid y Barcelona, y se ha estimulado la producción local, la producción ligera, a través de las televisiones».

Gubern dice que el cine catalán es de «minorías y «muy anticomercial», y que para competir se ha tenido que «colocar en la trinchera del cine de élite». Algo «bueno para los museos y malo para la taquilla», subraya el catedrático de Comunicación Audiovisual, a quien le «encantaría que hubiera un Almodóvar catalán, con su insolencia y su crítica al poder, a los políticos y a la sociedad dominante». No conoce a fondo la 'Ley Sinde', pero dice que es «uno de los damnificados por la piratería» y no entiende «la tolerancia» que existe con quienes «usan la Red para robar a los demás». Un tema, sostiene, que ha creado «fricción interna» en la Academia del Cine.

Romà Gubern viajaba en avión la noche de los Oscar. Comenta que le gustó El discurso del rey : «Es una buena película, excelentemente hecha», pero aún más el atrevimiento de Cisne negro. «Aunque no es innovadora, me atrajo ese juego entre delirio y realidad».