TW
0

Es el segundo español que expone en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo; antes, en 2008, lo hizo Manolo Valdés. El artista Rafa Forteza (Palma, 1955) abrirá su obra al público de este país a partir del próximo 24 de febrero con una exposición que ha titulado Alquimia Existencial y en la que resume gran parte de su reflexiva y comprometida trayectoria artística.


Aunque esta muestra no es una auténtica revisión del trabajo del mallorquín, recoge un total de 52 piezas firmadas en diferentes años, que se presentarán confrontadas y distribuidas por las once salas de este centro, uno de los museos más importantes de San Petersburgo y el que atesora la historia completa del arte ruso, lo que le hace merecedor del título del mayor museo de estas características del mundo.


La muestra de Forteza está acotada en el último lustro por elección de la comisaria y los coordinadores. El artista explica por qué: «Entre 2005 y 2010 existe una evolución radical de mi trabajo, sobre todo, en los resultados». Pese a los cambios y la evolución en el lenguaje, Forteza trabaja con los mismos conceptos o muy parecidos, pero siempre tratados con profundidad y muy estudiados. Lo que eleva la complejidad de su pintura. El paso del tiempo, la aceleración de la historia, el ocaso de la cultura, la dimensión estética de la poesía o la influencia de la tecnología en la individualidad del hombre forman parte del discurso de este pintor y escultor, que resume esta exposición como la reunión de «todos los avatares que se me van dando».


Coleccionismo


Forteza espera que la exposición abra la puerta para la entrada de otros artistas españoles en este museo que se interesó hace un año y medio por su trabajo. Para esta exhibición el pintor ha contado con «la generosidad del coleccionismo», ya que el noventa por ciento de las obras que se verán en Rusia forman parte de colecciones privadas. «He sentido el apoyo de la gente que me colecciona y que tiene visión de futuro con los artistas», confesó Forteza, quien describió su obra como «una transformación en continua evolución». «El enfrentamiento y la contraposición de esos cuadros» logra que la exposición «sea un grito conjunto». Y a partir de ahí, que el espectador decida «si rechaza o sigue al artista», explica.


Para Forteza, ésta es la oportunidad de abrir su obra al exterior, no de forma comercial, sino por un camino cultural. Reconoce que hoy la tendencia es a ser «más comprendido fuera que dentro».


En esa relectura de su trabajo, el pintor se ha visto sorprendido «por el apoyo que se está dando al arte desde otros sectores», que buscan «estimular» a través del arte porque éste «no debe ser didáctico, no se puede educar en arte».