Los candidatos a la XXV edición de los Premios Goya, galardones a los que parten como favoritos los filmes "Balada triste de trompeta", "Pa egre", "También la lluvia" y "Buried", fueron recibidos como es habitual, por la presidencia de la Comunidad de Madrid. | Efe

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«Para la gala de los Goya sólo me prepararé un discursito por si toca. Es lo único que haré, no quiero plantearme nada más porque es absurdo. Es como pensar si te va a tocar la lotería». Así se expresó ayer el director Agustí Villaronga, durante la recepción en Madrid a los candidatos a los Premios Goya, que se entregarán el próximo 13 de febrero.

El director de la Academia del Cine, Àlex de la Iglesia, intervino en el acto y dijo que la industria española debe realizar «mejores películas» en el futuro para recuperar el pulso en la taquilla. Opinó también sobre la ley Sinde y aclaró que su intención al hacer llegar una propuesta alternativa a la ley a los partidos políticos era ayudar a buscar una solución consensuada: «Soy un mediador y los del medio son siempre los que se llevan las bofetadas».

Antes del discurso oficial, De la Iglesia comentó que Pa negre es su favorita. «Àlex hace tiempo que lo dice porque nos queremos mucho y es una persona muy generosa», aseguró el cineasta balear, visiblemente nervioso con tanta promoción y entrevistas. «A ver si tengo tiempo de fumarme un cigarrillo», apuntó antes de desfilar por la alfombra roja en plena Puerta del Sol.

Si gana en las candidaturas a mejor dirección, película o guión adaptado, «se lo agradeceré a todo mi equipo. La película es de toda la gente que la ha hecho».

Reestreno

Sobre el reciente reestreno de Pa negre en los cines, tras conseguir 14 nominaciones, el creador insular opina que «es lo mejor que le puede pasar a una película, que tenga una segunda oportunidad. En su momento se defendió bien y ha vuelto a tener la misma asistencia de público que en su estreno». «Es como doblarle la vida», añade.

Ante los numerosos premios conseguidos en los certámenes de San Sebastián, Gaudí y José María Forqué, Villaronga señala que «los recibo con mucha alegría y cierta distancia». El objetivo final de la película es «que la gente reflexione sobre la dificultad de sobrevivir y mantenerse íntegro moralmente ante las dificultades tan adversas que se atraviesan durante una guerra».