Este canto medieval sonó en la vigilia de Navidad en la Seu de Palma. | Pere Bota

TW
10

Mallorca entera celebró sus tradicionales matines en las que sin lugar a dudas acaparó un gran interés el canto de sa Sibil·la, por haber sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el pasado día 16 de noviembre, provocando una notable asistencia de público.

Este canto medieval sonó en la mayor parte de las iglesias de la Isla, donde de nuevo alcanzó especial relevancia en la basílica de Lluc y en la Seu de Mallorca, donde tras las normas impuestas por el Concilio de Trento, se dejó de cantar desde 1572 hasta 1575, cuando el obispo Joan Vic i Manrique volvió a permitirlo.

La misa en la Seu fue retransmitida por IB3, y contó como narrador a Xavi Bonet, director de Cope Mallorca. Este señaló que: «la solicitud de narrar esta misa me vino desde la Seu. Me dieron el guión, luego conté con documentación de Felip Munar y estuve coordinado con el realizador de IB3, Jaume Santacana, instalándose en el templo mayor diez cámaras». TVE en Balears emitirá mañana lunes el canto de la Sibil.la de los Blavets de Lluc» .

En dicho templo, lleno a rebosar de fieles, la interpretó Cristina Van Roy, acompañada de la Capella Mallorquina y en Lluc, Daniel Portz.

Noticias relacionadas

En Palma también se escenificó con gran solemnidad en la iglesia de Santa Margarita, -donde los más pequeños feligreses siguieron la misa junto al altar mayor- Santa Catalina Thomás, Santa Eulàlia, Sant Francesc, Sant Jaume y Santa Creu. En algunas de ellas se cantó desde el púlpito, como se hacía antiguamente bien adornado éste con las típicas neules. Un ejemplo de ello fueron la de Santa Creu, que se adornó con un damasco y la de Santa Eulàlia.

Hubo algunas cantoras que hicieron doblete, como fueron Cristina Van Roy que la cantó también en el monasterio de las Jerónimas; Silvia Fluxá que la cantó en Santa Margarita y en Sant Nicolau, y Judit García que lo hizo en el Seminario, La Misión, son Oliva y Pont d'Inca.

En la Part Forana hay mucha tradición y son miles de personas las que se acercan hasta las iglesias de los diferentes pueblos de la isla a escuchar el canto y disfrutar de la tradición.

En Manacor, la parroquia Dels Dolors, acogió una ceremonia muy solemne y diez minutos antes de empezar la celebración ya no había ningún banco vacío. También algunos repiten y aprovechan para cantar en dos iglesias diferentes. En los pueblos más pequeños como es el caso de Son Carrió, la celebración fue muy emotiva y muy aplaudido el sermó de la calenda.

En otros casos como en Montuïri, la tradición se recuperó en los años 30 tras varias décadas sin el canto.