El artista Jim Bird, que se encontraba en Alicante, falleció ayer a los 73 años. A la izquierda, durante la presentación de su última muestra. | Pere Bota

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En su residencia del municipio alicantino de Altea, donde pasaba los veranos y las fiestas navideñas, falleció ayer a los 73 años el pintor británico Jim Bird (Bloxwich, 1937), un artista con un gesto abierto a todas las inspiraciones que estuvo unido desde finales de los sesenta a Mallorca. Aquí, junto a su esposa, Dorothy Caten, se instaló definitivamente a mediados de los noventa.

Bird, quien falleció el mismo día en que lo hizo Joan Miró, un 25 de diciembre, pero 27 años después, tenía su estudio en Santa Maria y residía en ses Alqueries, Santa Eugènia. El pintor experimentó a lo largo de toda su carrera, la cual inició en los setenta después de años dedicado al diseño, con diversos estilos pero siempre muy vinculado al arte norteamericano. La abstracción geométrica, influido por el Op Art; el expresionismo espontáneo y el informalismo forman parte de la trayectoria de este pintor que expuso por primera vez en Barcelona en 1979 y sólo unos años después en Palma, en el Palau Solleric.

Últimas obras

Una de las últimas exposiciones de Bird en la Isla fue Reconciliación, en 2009, una muestra que se presentó en la galería Altair de Palma y en la que recuperó el estilo de los setenta, las líneas horizontales que entonces no le dejaron muy satisfecho, como reconocía a este periódico. Bird retomaba los trazos claros y perfectos sobre el fondo lleno de texturas, colores y sombras de unas obras que dejó aparcadas veinte años antes y que recuperaba con el propósito de encontrar «un resultado de calidad».

Una de las muestras importantes del artista en Palma fue una retrospectiva que pudo verse en sa Llonja y que mostró algunas de las piezas fundamentales de su trayectoria, que luego viajarían por el resto de las Islas. En esta exposición se pudo entender y conocer también la trayectoria vital del pintor: las influencias de su etapa en Nueva York, y de algunos artistas amigos, como Robert Motherwell, Frankenthaler, Keneth Noland o Anthony Caro; pero también la búsqueda informalista, centrada en la experimentación de las posibilidades expresivas de la materia y del gesto.

Bird, según recuerdan quienes le conocieron, sufrió un golpe irrecuperable con el fallecimiento de su esposa en 2002 a causa de leucemia. Desde entonces trabajó mucho para luchar contra esta enfermedad a través de una fundación y beneficios conseguidos por la venta de su obra los destinaba a este fin.