Nit de l'Art. | ultimahora.es

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Los problemillas técnicos que amenazaron con echar abajo la aportación del Govern a la Nit de l'Art, finalmente se resolvieron para iluminar sa Llonja con imágenes y música firmadas, respectivamente, por el artista Carlos Valverde y el músico Joan Valent. El vídeo que se proyectó sobre la recién restaurada fachada gótica la vistió con imágenes en las que el viaje era el hilo conductor. ¿Y qué mejor metáfora para inaugurar una noche en la que todos los caminos del centro de Ciutat conducían a un lugar común, el de la creación artística?
Caminos más transitados y más glamurosos que en los anteriores años. Ayer, las principales calles del arte emborrachaban de perfume y hasta modelos recorrían la zona de Sant Feliu esperando que alguna o alguno cayera en la tentación de comprarse un 'trapito'. En la Nit de l'Art casi todo es posible, incluso que la amplia representación institucional, como sucede casi siempre, relegue a los protagonistas de la noche, los artistas y sus creaciones, a un inmerecido segundo plano en el Casal Solleric, que inauguraba las obras de Ferran Aguiló, Daniel Canogar, Daniel Palacios y una muestra del ilustrador Wallace Wood. Sólo en los recorridos a las exposiciones recuperaban temporalmente el protagonismo que les concede ser los padres de esas criaturas que reunieron a miles de personas en el casal de Es Born, donde siempre hay lugar para las anécdotas, chascarrillos y visitas inesperadas, como que Vivian Caoba llegará vestida con pebres de tap de cortí o que el gran ilustrador argentino Guillermo Mordillo se desplazara al espacio expositivo, visitara la muestra de Wallace Wood y se sorprendiera de la gran fiesta que con la excusa del arte se había montado. Y fue así. De los pinchos y el cava, que parte llegaba al casal junto a las primeras autoridades, ni rastro a la hora.
Galerías
Más allá de las puertas del Solleric, el arte, quizá menos callejero que en anteriores ediciones, sí se manifestó en las galerías, museos y centros expositivos. En la zona de la calle Concepció, grandes propuestas, como la experimentación con resinas de Luis Maraver en Fran Reus; las cápsulas de Robert Ferrer i Martorell en la galería 'Maneu', o la retrospectiva en el Centre de Cultura Sa Nostra de Manolo Valdés, en la que no faltan sus populares meninas o 'princesitas', como bien apuntaba una niña a su padre. Cerca, en Sant Jaume, gran gentío a las puertas de la Altair para asomarse a los paisajes urbanos de Alicia Llabrés.